HOY 28 DE JUNIO:ASESINADOS POR EL TERRORISMO MARXISTA. ¡ESPAÑOL RECUERDA Y NO OLVIDES!
- calinfernandezbara
- 27 jun 2024
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28 DE JUNIO DE 1991: SEVILLA. FUNCIONARIO DE PRISIONES MANUEL PÉREZ ORTEGA; JESÚS SÁNCHEZ LOZANO Y DONATO CALZADO GARCÍA. RAIMUNDO PÉREZ CRESPO.

Funcionario de Manuel Pérez Ortega.
A las 11:20 horas del jueves 28 de junio de 1991, un paquete-bomba enviado a la cárcel de Sevilla-1, que la banda terrorista ETA remitió al director de la misma, causaba la muerte al funcionario de prisiones MANUEL PÉREZ ORTEGA; a los reclusos JESÚS SÁNCHEZ LOZANO y DONATO CALZADO GARCÍA; y un familiar que había ido a visitar a otro interno en la prisión, RAIMUNDO PÉREZ CRESPO.

Jesús Sánchez Lozano.
El atentado se produjo a las 11.20 horas, al estallarla al funcionario de prisiones Manuel Pérez Ortega un paquete-bomba en el departamento de paquetería de la prisión, después de pasar por el escáner y sin que los artificieros de la Policía, que fueron avisados por la dirección, tuvieran tiempo de llegar para desactivarlo. La explosión coincidió con la hora de visitas, por lo que había en el centro penitenciario numerosas personas, entre ellas mujeres y niños, en la sala de atención al público, colindante con el departamento de paquetería.

Donato Calzado García.
El paquete-bomba, que contenía siete kilos de explosivo e iba dirigido al director de la prisión, fue remitido desde Valladolid con las iniciales G.H.E.A. y lo entregó la empresa Transportes Acha. Dos hijos del director de la prisión, Javier Romero, se encontraban jugando en la terraza situada a escasos metros del lugar de la explosión y no sufrieron daños, a pesar de que esta parte del edificio se desplomó. La explosión, que destrozó varias salas del centro penitenciario, hirió a otras treinta personas, cuatro de las cuales fueron hospitalizadas en estado grave.

Raimundo Pérez Crespo.
Dos de las víctimas mortales, el funcionario Manuel Pérez Ortega y el recluso Donato Calzado García, ingresaron cadáver en el hospital, mientras el preso Jesús Sánchez Lozano, quedó sepultado bajo los escombros y su cadáver no fue encontrado por los bomberos hasta después de las 15:00 horas. Raimundo Pérez Crespo, fallecería en la unidad de cuidados intensivos del hospital “Virgen del Rocío” de Sevilla. Raimundo se encontraba de visita en la prisión, a la espera de ver a su hermano preso en la cárcel de Sevilla-1. Estaba en el control de acceso para entrar al centro penitenciario cuando la onda expansiva del paquete-bomba le produjo graves heridas que le causaron la muerte.
Tras el atentado, el Ministerio de Justicia ordenó el aislamiento de seis presos de ETA, que se encontraban allí encarcelados, para evitar que los reclusos comunes tomasen represalias contra ellos por el atentado ocurrido en la cárcel de Sevilla-1. Un primer intento de linchamientos de los terrorista encarcelados, se produjo poco después del atentado en la misma prisión sevillana, por lo que los seis etarras y dos presos de los GRAPO fueron aislados en un primer momento, y posteriormente a la prisión Sevilla-2, donde poco después se localizó otro paquete sospechoso que fue explosionado por los artificieros, pero no contenía explosivo alguno.
La crispación de los presos comunes de la prisión de Sevilla-I fue enorme y tras el atentado algunos de ellos, anunciaron en emisoras radiofónicas que “a venganza que cabía era la de ojo por ojo diente por diente, “porque han muerto dos compañeros presos”. Otro de los internos manifestó que “sería lo último dejar que un compañero que redime su pena buscando la libertad sea asesinado por un etarra” Varios reclusos llegaron a amaitinarse subiéndose al tejado de la cárcel, pidiendo información sobre sus familiares, actitud que depusieron tras recibir explicaciones.
Donato Calzado García, tenía 27 años de edad y era natural de Gilena (Sevilla), Desde 1990 cumplía condena de dos años por un delito de lesiones y estaba a punto de obtener la libertad. Ayudaba en la sección de paquetería de la cárcel.
Raimundo Pérez Crespo, de 27 años de edad, era y natural de Santander, donde regentaba una papelería junto a otro socio.
Manuel Pérez Ortega, tenía 39 años, estaba soltero, y había nacido en la localidad sevillana de Olivares. Funcionario del Cuerpo de Prisiones desde 1986 y licenciado en Ciencias Económicas, anteriormente había ejercido como maestro. Llevaba tres años destinado en el servicio de paquetería de la prisión.
Jesús Sánchez Lozano, nacido en Sevilla hacía 37 años, estaba interno en tercer grado en la prisión de Sevilla-1. Ayudaba también en la sección de paquetería del centro penitenciario. Jesús taxista de profesión, estaba casado y era padre de dos hijos de 14 y 5 años.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.
A día de hoy, los asesinatos de Manuel Pérez Ortega, Jesús Sánchez Lozano, Donato Calzado García y Raimundo Pérez Crespo, continúa impunes.
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