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HOY 29 DE ABRIL. ASESINADOS POR EL TERRORISMO MARXISTA. ¡ESPAÑOL RECUERDA Y NO OLVIDES!

JESÚS ILDEFONSO GARCÍA VADILLO.

29 de abril de 1977: Sargento de la Guardia Civil ANTONIO GALÁN ACEITUNO.

Sargento de la Guardia Civil Antonio Galán Aceituno.


Sobre las 22:15 horas del día anterior tres terroristas de ETA político-militar secuestraron a Ángel Ormazabal, cajero de una sucursal bancaria del Banco Hispano Americano, situada en la calle Gorosabel de Tolosa (Guipúzcoa), reteniéndole en una furgoneta durante toda la noche. Alrededor de las 6 de la mañana, le llevaron al banco al banco, obligando a Ángel a avisar telefónicamente a la empleada de limpieza, Dori Velasco Mendia, que se encontraba haciendo su trabajo en la oficina diciéndole que tenía orden de abrir porque era día de cobro. Cuando llegaron a la sucursal bancaria, tras esgrimir unas pistolas, los etarras obligaron a Ángel a abrir la caja fuerte, de la que sacaron veinte millones de pesetas. A continuación, les maniataron y huyeron. Poco después, el cajero consiguió soltarse y llamó a la policía. Esta, a su vez, dio aviso a la Guardia Civil, que envió al sargento Antonio Galán Aceituno a la sucursal.


A las 8.30, mientras estaba allí preparando las diligencias, otros cuatro etarras de la rama militar entraron en el banco, también para atracarlo.


Uno de los terroristas llevaba un uniforme de la Guardia Civil, lo que confundió a Antonio. Los asaltantes dispararon una ráfaga de metralleta y el suboficial respondió con su arma reglamentaria, hiriendo en el hombro al etarra vestido de guardia civil. Sin embargo, los asaltantes le alcanzaron y murió en el acto. Aunque fue trasladado de inmediato a la clínica de San Cosme y San Damián, los médicos solo pudieron certificar su muerte.


Antonio Galán, de 47 años, era natural de Castilblanco (Badajoz), estaba casado con Carmen López Corral y tenía tres hijas de entre 5 y 11 años. Había estado destinado en Pontevedra durante 14 años y, al ascender, fue trasladado a Tolosa. La localidad natal del sargento acordó, el 12 de junio de 1982, poner el nombre de Antonio Galán a una de sus calles. Castilblanco se convirtió así en uno de los primeros municipios en rendir homenaje a una víctima del terrorismo.


De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo. Además, en resolución fechada el 18 de marzo de 2005 (Real Decreto 308/2005), el Ministerio del Interior le concedía también el ascenso de empleo, con carácter honorífico y a título póstumo.


29 de abril de 1983. Guardia Civil PLACIDO PEDREIRA ÁLVAREZ.

Guardia Civil Plácido Pedreira Álvarez.


En la mañana de ese día, el agente de la Guardia Civil Plácido Pedreira Álvarez comenzó su servicio en un microbús del Benemérito instituto a fin de trasladar a los hijos de sus compañeros a diferentes colegios de la ciudad de La Coruña. Pasadas las 9.25 horas, cuando el bus que conducía Placido se hallaba estacionado delante del Colegio de los Salesianas con la puerta abierta, a la espera de que un niño de 8 años bajase del vehículo, un hombre y una mujer de los GRAPO se acercaron apuntándole con una pistola y disparándole en el pecho, el costado y el muslo. Plácido Pedreira salió como pudo del microbús y el atacante asesino le remató en el suelo. El agente murió poco después de ingresar en el hospital Militar de La Coruña. Los dos miembros del GRAPO Alfonso González Cambeiro y Carmen Cayetano Navarro, tras asesinar a Placido Pedreira huyeron a pie. Dos meses después fueron detenidos por la policía.


Plácido Pedreira fue enterrado en el cementerio parroquial de Coiro, en Laracha (La Coruña). Al sepelio acudió el Ministro de Interior, José Barrionuevo, el presidente de la Xunta, Gerardo Fernández Albor, o el director de la Guardia Civil Teniente General Aramburu Topete. Con anterioridad se celebró en la iglesia de la Venerable Orden Tercera de San Francisco en la ciudad herculina un funeral oficiado por el Arzobispo Rouco Varela.


Tenía 38 años y estaba recién casado (hacía siete meses). Estaba destinado en la 641º Comandancia de la Guardia Civil. Era un hombre que se sentía muy feliz en su trabajo y que constantemente recibía muestras del aprecio de sus compañeros y de todos los niños que diariamente trasladaba al colegio.

El Ayuntamiento de Laracha dedico una calle a su memoria.


29 de abril de 1985: JESÚS ILDEFONSO GARCÍA VADILLO.

Jesús Ildefonso García Vadillo.


Hacia las seis y cuarto de la tarde de ese día, tres terroristas de ETA, dos hombres y una mujer, asesinaba a tiros en Galdácano (Vizcaya) a Jesús Ildefonso García Vadillo, disparándole por la espalda cuando regresaba a su domicilio, tras haber recogido a su hija Idoia, de cinco años de edad, en la escuela.


Cuando caminaba a pie de la mano de su pequeña hija un terrorista se acercó con una pistola y le apuntó a la cabeza. Jesús la emprendió a patadas contra su agresor, evitando que le alcanzara el primer disparo.


Acto seguido, se acercó una mujer y le disparó dos balazos a bocajarro. Malherido, Jesús intentó huir, mientras su pequeña gritaba "dejad a mi papá, dejad a mi papá". Consiguió recorrer algunos metros antes de resbalar y caer al suelo. Mientras la niña seguía pidiendo que dejasen a su padre, los etarras no dejaron de disparar. Jesús se arrastró por el suelo hasta la pared de un supermercado. Allí, en el suelo, y delante de su hija, la terrorista le remató. Idoia se quedó junto al cuerpo de su padre hasta que una mujer la llevó a una farmacia cercana.


La Policía, tras investigaciones, concluyó que los asesinos habían confundido a Jesús con un Policía Nacional destinado en el cuartel de Basauri al que se parecía mucho físicamente.


Jesús recibió cuatro impactos de bala: dos en la cabeza, uno en el omóplato y otro en el cuello. Trasladado inmediatamente en una ambulancia municipal al Hospital Civil de Basurto, ingresó cadáver. En el suelo se encontraron cinco casquillos del calibre 9 milímetros parabellum, marca FN. Los tres pistoleros se dieron a la fuga en un vehículo Seat 127, de color azul, cuya sustracción había sido denunciada anteriormente.


Jesús Ildefonso García Vadillo de 32 años de edad, trabajaba como analista químico en la empresa de Aceros Echevarría junto a su padre y era natural de Alcazarén (Valladolid). Además de a su hija Idoia, de 5 años, Jesús iba a ser padre de otro hijo, pues su mujer estaba embarazada de cinco meses.


De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.

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