29 DE OCTUBRE DE 1980. SAN SEBASTIÁN. JUAN CARLOS FERNÁNDEZ AZPIAZU.
Juan Carlos Fernández Azpiazu.
A las once de la noche del 29 de octubre de 1980 la banda terrorista ETA, asesinaba en San Sebastián a JUAN CARLOS FERNÁNDEZ AZPIAZU, encargado de la sección de publicidad de las páginas amarillas de la empresa CITESA, una filial de la compañía Telefónica, además de ser copropietario del Bar Kopos en la capital donostiarra. La banda cumplía así las amenazas que los Comandos Autónomos Anticapitalistas habían hecho en el comunicado de reivindicación del asesinato, seis días antes, de delegado de Telefónica en Guipúzcoa, Juan Manuel García Cordero.
Juan Carlos se encontraba en el bar de su propiedad hablando con uno de sus socios cuando dos encapuchados de la banda asesina penetraron en el local descerrajándole varios tiros, que le produjeron la muerte en el acto. Seguidamente huyeron a pie hasta el paseo de los Fueros, donde les esperaba otro terrorista. En el momento de producirse el atentado se encontraban en el bar media docena de clientes.
La Policía encontró cinco casquillos de bala del calibre 9 milímetros parabellum en el lugar de los hechos. El cuerpo de Juan Carlos Fernández fue trasladado directamente al depósito del cementerio municipal.
En un comunicado posterior, ETA militar se responsabilizaba del atentado y acusaba a Juan Carlos Fernández de estar implicado en el tráfico de drogas y en las escuchas telefónicas ilegales.
El funeral por su alma se celebró el 31 de octubre en la parroquia de San Sebastián Mártir del barrio del Antiguo de la capital donostiarra, con la asistencia de su familia, de altos directivos de CITESA llegados desde Madrid y del alcalde de la ciudad, Jesús María Alcaín.
Varios integrantes del comando etarra “Txirrita” Manuel Ostolaza Alcocer, Rufino Echeverría Arbelaiz, Luis María de Marcos Olaizola; José Antonio Ochoa de Alaiza Azpiazu, Martín Zabaleta González, Eusebio Arzalluz Tapiay el religioso capuchino Fernando Arburúa Iparraguirre, que era el jefe del comando, fueron detenidos en enero de 1981. Los terroristas detenidos confesaron haber participado en tres asesinatos, entre ellos el de Juan Carlos Fernández Azpiazu, cometido por Rufino Echeverría Arbelaiz y Juan Manuel Gaztelumendi Iribarren, que se encontraba huido, Rufino Echevarria fue absuelto por falta de pruebas en noviembre de 1982.
Juan Carlos Fernández Azpiazu, de 31 años de edad, estaba casado con Mercedes Azofra y tenía dos hijos, de 9 y 7 años.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se les concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.
A día de hoy el asesinato de Juan Carlos Fernández Azpiazu, sigue sin ser juzgado ni aclarado.
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