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HOY 3 DE JUNIO:ASESINADOS POR EL TERRORISMO MARXISTA. ¡ESPAÑOL RECUERDA Y NO OLVIDES!

3 DE JUNIO DE 1982. BILBAO. CORONEL RETIRADO DEL EJÉRCITO DE TIERRA DANIEL HENRÍQUEZ GARCÍA.

Coronel retirado de Infantería del Ejército de Tierra Daniel Henríquez García.

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Sobre la ocho de la tarde del 3 de junio de 1982, un comando de la banda terrorista ETA, asesinaba en Bilbao al coronel retirado del arma de Infantería, DANIEL HENRÍQUEZ GARCÍA,  al  ametrallarlo desde un vehículo cuando se dirigía a su domicilio, en el barrio de San Ignacio.


El atentado se registró en la confluencia de las calles Andalucía y División Azul, en una zona denominada «El Rascacielos», cuando el coronel se disponía a entrar en el portal que daba acceso a su vivienda.


Cuatro individuos que ocupaban un Seat 1430», color rojo, P, se acercaron hasta el lugar donde se encontraba el coronel Henríquez y efectuaron contra él numerosos disparos con armas automáticas, resultando alcanzado por varios impactos en zonas vitales.


El coronel de Infantería cayó herido de muerte, mientras los autores de los disparos se fugaban en el vehículo por calles próximas al lugar del atentado


Inmediatamente después de perpetrarse el atentado numerosas ambulancias y vehículos policiales se dirigieron al lugar, que fue acordonado por efectivos de la Policía Nacional.


Funcionarios gubernativos encontraron siete casquillos de nueve milímetros «Parabellum» «SF», munición habitualmente utilizada por ETA Militar.


El cadáver del coronel retirado permaneció en el lugar, en tanto el juez correspondiente, no decretó su levantamiento y traslado al depósito, de cadáveres del hospital de Cruces.


Aproximadamente a las 21,15 de la noche, una ambulancia de la «DYA» de Vizcaya trasladó el cuerpo del militar al hospital citado y, poco a poco, se disolvían los grupos de personas que desde el momento del atentado se concentraron en las proximidades de las calles Andalucía y División Azul

El cuerpo del coronel Henríquez, vestido con zamarra, pantalón y chaleco, presentaba más de diez impactos en cabeza, tronco y extremidades superiores.


Según testigos presenciales, los autores del atentado fueron dos jóvenes de unos 27 o 28 años, que descendieron de un turismo, en el que esperaban una o dos personas El coronel tras descender de un «Renault 12”, se dirigía andando hacia su domicilio, en el número 1 de la calle Andalucía. Primero se escucharon varios disparos espaciados y luego más seguidos, y el coronel cayó al suelo en medio de un charco de sangre.


En el momento del hecho, Daniel Henríquez portaba un ejemplar del diario «El Alcázar» y otro de “Deia”.


Hacía tres años, que el coronel Henríquez había sufrido un intento de secuestro, cuando varias personas se personaron en su domicilio con esa intención, pero no lo lograron al escuchar los gritos de la esposa e  hija de Henríquez, poniéndose en fuga. El coronel, ese día, se encontraba en aquel momento en la provincia de Burgos.


En el lugar del atentado, la fachada del edificio donde vivía el militar recibió varios impactos de bala, uno de ellos a  la altura del primer piso, cerca de una ventana, así como en un “Seat 124”, aparcado en las inmediaciones.


Al día siguiente, el jefe del Estado Mayor del Ejército, teniente general Ramón de Ascanio y Togores y el capitán general de la VI Región Militar, Luis Polanco Mejorada, asistían, junto a los familiares de la víctima, a los funerales por el coronel retirado del arma de Infantería, Daniel Henríquez García.


La ceremonia religiosa tuvo lugar a primera hora de la tarde en las dependencias del Gobierno Militar de Vizcaya. También asistieron al acto funeral el delegado del Gobierno en el País Vasco, Marcelino Oreja, el consejero del Interior del Gobierno Vasco, Luis María Retolaza, y otras autoridades civiles y militares.


Con anterioridad a la misa, el féretro con los restos mortales del coronel Henríquez fue sacado a hombros de compañeros de arma, desde donde se había instalado la capilla ardiente hasta la explanada del recinto militar, donde se celebró el oficio religioso.


El féretro, cubierto con la bandera Nacional, estaba franqueado por ocho coronas y un ramo de flores. La unidad de música del Regimiento de Infantería de Garellano, junto  unidad formada rindió honores al coronel asesinado.


En lugar destacado de la explanada tomaron asiento la viuda, hijos y familiares de Daniel Henríquez, así como las autoridades militares y civiles.


La ceremonia fue oficiada por el capellán castrense de Bilbao, quien, en la homilía, se preguntó “por qué tenemos que morir y por qué muere el hombre. Personalmente he guardado silencio en mi respuesta, ante los misterios de esta muerte. Pero debemos gritar al alma de esos asesinos para que no maten más, ni cercenen la vida de más hombres como Daniel”. ”Estamos seguros de que os venceremos con nuestra capacidad de sufrir, ya que no se vence al asesino con sus mismas armas, que no son otras que el odio, la violencia y la muerte”.


Finalizada la misa, el capitán general de la VI Región Militar, Luis Polanco Mejorada, impuso la cruz al mérito militar con distintivo blanco, de primera clase, y a título póstumo, al coronel Henríquez García. La distinción fue entregada a su viuda.


Tras entonarse el Himno de Infantería y cuando el féretro era introducido en el furgón mortuorio, un numeroso grupo de personas, en su mayor parte mujeres, increparon a las autoridades civiles presentes, insultaron a los representantes del PNV y UCD y pidieron la libertad para el Teniente general Milans del Bosch y Teniente Coronel Tejero Molina, principales acusados   en el proceso del 23 – F, dando también vivas a España y al Ejercito.


La comitiva fúnebre partió con destino a Pamplona, donde en una ceremonia íntima tuvo lugar  al enterramiento del cadáver del coronel asesinado.


El coronel Daniel Henríquez García, había nacido el 2 de diciembre de 1917, en la localidad leonesa de Margoz de Abajo. Perteneció al cuerpo de mutilados y estuvo destinado también en el regimiento de Infantería  “Garellano”, en Bilbao.  Estaba casado, tenía varios hijos, y antes de su jubilación, hacía un año aproximadamente, desempeñó funciones propias de su cargo en el Gobierno Militar de Vizcaya.


A día de hoy el asesinato del coronel Henríquez continua impune.

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