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HOY 30 DE JULIO:ASESINADOS POR EL TERRORISMO MARXISTA. ¡ESPAÑOL RECUERDA Y NO OLVIDES!

30 DE JULIO  DE 2009. PALMA DE MALLORCA. GUARDIAS CIVILES CARLOS ENRIQUE SÁENZ DE TEJADA GARCÍA Y DIEGO SALVÀ LEZÁUN.

Guardias Civiles Diego Salvá Lezáun y  Carlos Sáenz de Tejada García.


El 30 de julio de 2009 la banda terrorista ETA asesinaba en Palma de Mallorca, a los Guardias Civiles CARLOS ENRIQUE SÁENZ DE TEJADA GARCÍA y DIEGO SALVÀ LEZÁUN. Eran las primeras víctimas del terrorismo en la preciosa isla, capital de las Baleares.


Sobre las 13.50 horas, los Guardias Civiles Diego Salva Leazun y Carlos Sáenz de Tejada García salieron del cuartel y se montaron en el Nissan Patrol, con el que horas antes habían recorrido en patrulla varias zonas de la ciudad y sus alrededores. Tras  ello regresaron al cuartel donde continuaron realizando labores. Sobre las dos menos cuarto, vestidos de paisano porque trabajaban en labores de mantenimiento, salieron de nuevo a la calle, pues pretendían llevar el vehículo  todo terreno a un garaje para realizarle una revisión. El vehículo lo habían dejado aparcado frente al edificio donde se encontraban las oficinas de la Policía Local, Correos y la

Guardia Civil Carlos Sáenz de Tejada García.

Los etarras, sin darles tiempo a arrancar el coche patrulla, accionaron con un mando a distancia el iniciador de la bomba y el todoterreno reventó y se convirtió en una bola de fuego desde la que salía una columna de humo negro visible desde varios kilómetros. Los dos Guardias Civiles fallecieron en el acto  El atentado se produjo dos días antes de la llegada de los Reyes de España para pasar sus vacaciones.

Guardia Civil Diego Salva Leazun.


En la investigación de los hechos la Guardia Civil barajó dos posibilidades: que la bomba fuese colocada durante la larga parada del vehículo, preparada para que explotara cuando el vehículo se moviese y otra de que hubiese sido colocada con bastante tiempo de antelación y preparada para que estallara a una hora concreta.


Artificieros de la Guardia Civil localizaron, posteriormente al asesinato de Carlos y Diego,  una segunda bomba-lapa adherida a otro todoterreno de la Benemérita, aparcado junto al cuartel viejo de Palmanova. Ante la dificultad a la hora de desactivarla, se optó por hacerla explotar. Afortunadamente, el vehículo estaba averiado y no había sido utilizado en todo el día.


El lendakari, el miembro del PSOE Pachi López, uno de los individuos más miserables, olvidadizos y mentirosos de España, escribió en su blog una advertencia clara para los terroristas: "Que se preparen ahora para el más frío invierno de sus vidas" algo que posteriormente olvidaría, por mantenerse de forma indigna en el poder junto a su jefe, el traidor a España, profanador de cadáveres y esposo de una con seguidora y chupadora de subvenciones.


Al día siguiente, los Príncipes de Asturias presidian los funerales por las almas  de los dos guardias civiles asesinados. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, condecoraría en la capilla ardiente, instalada en el palacio de la Almudaina, a Carlos Sáenz de Tejada y a Diego Salvá Lezaún con la Cruz de Oro al Mérito de la Guardia Civil.


La catedral de la ciudad, donde se ofició el funeral, se quedó pequeña para acoger a quienes quisieron honrar la memoria de ambas víctimas. El lendakari vasco, Pachi López, que acudió al funeral, fue abucheado por un nutrido grupo que se concentró en los alrededores de la catedral, y que le recibió al grito  de «¡Fuera, mentiroso!»


Con gritos de “¡Valientes!”, “¡Viva la Guardia Civil!” y “Viva España”, los asistentes saludaron la llegada de los féretros de los fallecidos, que iban a hombros de sus compañeros, envueltos en la bandera Nacional.


En la homilía, el arzobispo castrense Juan del Río exhortó a la sociedad a que no caiga en el desánimo y tildó de viles los crímenes de Palmanova.”La última palabra de este combate no la tienen los hijos del terror, sino quienes, como los jóvenes asesinados, trabajan por la paz, la justicia y la decencia en la sociedad”.


Al término de la Misa, que duró una hora y a la que les fue imposible entrar a unas tres mil personas que se quedaron a las puertas de la catedral y sus alrededores, y tras ser entonado el himno de la Guardia Civil,  don Felipe y doña Letizia abrazaron y estrecharon las manos de los familiares de las víctimas, que no podían contener las lágrimas. Uno de los momentos más emotivos tuvo lugar cuando guardias civiles y policías Nacionales portaron a hombros, mientras sonaba una marcha fúnebre, los féretros de sus compañeros asesinados.


Los restos mortales de Carlos Sáenz de Tejada fueron trasladados a Burgos y cientos de burgaleses asistieron a su funeral, que terminó con un prolongado aplauso de los asistentes. El Ayuntamiento de Burgos acordó poner su nombre a una calle de la ciudad y nombrarle hijo predilecto.


Carlos Enrique Sáenz de Tejada, había nacido en Burgos en 1980 y estaba soltero. Había recibido su destino en Mallorca el año pasado, adonde se trasladó a vivir hacía poco más de un año. Con poco más de 20 años ingresó en el Ejército profesional y prestó servicio en la Unidad de Transmisiones I, con sede en la Base militar Cid Campeador, de Castrillo del Val en Burgos. Finalmente logró entrar en la Guardia Civil en 2008, siendo destinado a Mallorca, como agente en prácticas, en el cuartel de Calviá.


Diego Salvà Lezáun había nacido en Pamplona en 1981. Cuando tenía tres años se trasladó con su familia a Palma de Mallorca, ciudad donde creció y vivió. Hijo de Montserrat Lezáun Portillo y del urólogo Antonio Salvà Verd, era el segundo de siete hermanos. Estaba soltero, pero tenía novia desde seis años antes de ser asesinado. Ingresó en la Guardia Civil en agosto de 2008. Poco después, en marzo de 2009, sufrió un gravísimo accidente de moto que le mantuvo en coma veintitrés días por un traumatismo craneoencefálico severo. Posteriormente tuvo que superar una larga convalecencia, por lo que estuvo varios meses ausente de su destino profesional en Palma, al que estaba asignado desde enero de 2009 como agente en prácticas. Su recuperación puede decirse que fue milagrosa. Fue asesinado justo el día que volvía al trabajo tras el período de baja médica.


El 5 de diciembre de 2009 Diego Salvà y Carlos Sáenz de Tejada fueron homenajeados por el Ayuntamiento de la ciudad en la que fueron asesinados. El alcalde Carlos Delgado entregó a los padres la Medalla de Oro de Calviá, donde dos calles llevan el nombre de ambos guardias civiles. Montserrat Lezáun y Esther María García, madres de los agentes asesinados, descubrieron las placas de las calles con los nombres de sus hijos.


De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se les concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo. Además, en resolución fechada el 18 de marzo de 2005 (Real Decreto 308/2005), el Ministerio del Interior le concedía también el ascenso de empleo, con carácter honorífico y a título póstumo.


En 2019 el padre de Diego Salvá, el doctor Antonio Salvá Verd fue elegido diputado nacional por VOX, dejando su trabajo para defender en el hemiciclo la memoria de las víctimas de ETA y luchar contra la impunidad terrorista, convirtiéndose durante la legislatura en un azote a Bildu y al partido Socialista por el miserable blanqueo de la banda asesina, terrorista, marxista y antiespañola.


A día de hoy sigue sin conocerse quiénes fueron los autores materiales del atentado que costó la vida a Carlos Sáenz y a Diego Salvá. Según la información de la Policía fue ordenado y planeado por Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe, alias Ata.

 
 
 

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