30 DE MARZO DE 1976. PLACENCIA DE LAS ARMAS (GUIPÚZCOA) VICENTE SORIA BLASCO.
Vicente Soria Blasco.
En la mañana del 30 de marzo de 1976, cuando se disponía a entrar al trabajo en la factoría de «Talleres Ormaechea» en la localidad guipuzcoana de Placencia de las Armas, era asesinado por dos terroristas de ETA, el trabajador VICENTE SORIA BLASCO.
El hecho ocurrió instantes antes de las ocho de la mañana, cuando la víctima, Vicente Soria se disponía a entrar al trabajo.
Los trabajadores de «Talleres Ormaechea» situada a unos cincuenta metros del centro de Placencia de las Armas, propiedad de Jorge Juan Artamendi, estaban llegando al trabajo por la estrecha calle donde se encontraba situada la fábrica. En una esquina, a diez metros de la entrada, había apostados dos jóvenes. Al acercarse Juan Soria se lanzaron hacia él, con sendas pistolas en la mano, y dispararon a bocajarro.
La acción pasó prácticamente desapercibida. Algunos compañeros, entre ellos, Arturo Torres, que vieron herido en el suelo a Vicente Soria procedieron a atenderle. Otros observaron cómo huían los dos jóvenes, que tomarían un coche de color amarillo, a treinta o cuarenta metros del lugar. En ese instante dejaron caer o se les cayó, una granada de piña, con el seguro puesto y que no llegó a explotar.
Vicente Soria fue herido en el estómago y en los brazos, por seis impactos de bala
Recogido por varios compañeros, Soria fue trasladado hasta el domicilio del médico de la localidad, doctor Izaga, y después fue llevado en una ambulancia a la residencia sanitaria «Nuestra Señora de Aránzazu” de San Sebastián, donde ingresó ya cadáver.
En el lugar de los hechos se personaron la Policía Municipal y la Guardia Civil, que recogió varios casquillos de bala encontrados junto al cuerpo del señor Soria y la grana da de piña. Inmediatamente la policía y Guardia Civil han iniciado las gestiones pertinentes para tratar de localizar a los autores del asesinato, montando un importante servicio de vigilancia.
ETA reivindicaba el asesinato de Vicente, en un comunicado que distribuyó en la localidad francesa de Bayona, acusándole de tener amigos guardias civiles.
Vicente Soria Blasco, era natural de Ceclarín (Cáceres). Estaba casado y tenía cuatro hijos. Trabajaba en «Talleres Ormaechea» desde el año 1953. Según sus jefes era un magnifico trabajador y no había recibido amenazas de muerte, Los fines de semana trabajaba también de portero en la discoteca Dantzari.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.
A día de hoy, su asesinato continúa impune.
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