30 DE MARZO DE 1982. SAN SEBASTIÁN. RAMIRO CARASA PÉREZ.
Doctor Ramiro Carasa Pérez.
El martes 30 de marzo de 1982, la banda terrorista ETA asesinaba en San Sebastián al doctor jefe del Departamento de Traumatología de la Residencia Nuestra Señora de Aránzazu de la capital donostiarra, RAMIRO CARASA PÉREZ.
El cadáver del doctor Carasa apareció a las once de la noche en un monte cercano a la carretera entre Urnieta y Andoain, cerca de un caserío. Con las manos atadas a la espalda y tendido boca abajo, Ramiro Carasa había recibido un disparo detrás de la oreja; otro en hombro izquierdo y tres más en el costado izquierda. El cadáver presentaba, asimismo, un hematoma de grandes dimensiones en la zona del ojo derecho, con fractura del hueso supraorbitario, a consecuencia de un fuerte culatazo.
El cuerpo del doctor Carasa fue localizado, debido a una llamada anónima que dijo pertenecer a ETA-m, al diario proetarra Egin facilitando unos datos precisos sobre el lugar donde se encontraría el cadáver del doctor Caras, “al que se ha ejecutado después de haber sido interrogado”, dijo el interlocutor.
Inmediatamente, un redactor y un fotógrafo del diario Egin, se desplazaron al lugar donde el comunicante anónimo dijo que se encontraba el cadáver de Ramiro Carasa. Allí encontraron el cadáver del doctor. Los redactores regresaron la redacción del periódico y posteriormente, ante el requerimiento de la Policía, un miembro de la redacción acompañó a las Fuerzas de Seguridad hasta el lugar donde se encontraba el cuerpo del doctor Carasa, quien fue reconocido por dos traumatólogos de la residencia Nuestra Señora de Aránzazu, compañeros del doctor asesinado.
Una ambulancia recogió el cuerpo del doctor Carasa de una zona elevada, en un camino escondido y lo trasladó hasta el cementerio de la localidad de Urnieta.
El doctor Carasa había salido sobre las 15:50 horas del martes 30 de marzo, del centro sanitario, siendo secuestrado por ETA militar en el aparcamiento, e introducido en el maletero del coche. La Policía resaltó la rapidez con que ETA organizó la operación para asesinar al doctor. Gracias a cómplices y colaboradores, la banda e pocas horas conoció la llegada a San Sebastián del doctor. Carasa se encontraba en Madrid donde iba a someterse a una operación en una mano. El mismo martes 30 había vuelto a su casa y tenía pensado regresar a la capital de España el miércoles 31 de marzo.
En 1986, la Audiencia Nacional condena a Jesús María Zabarte Arregui “El carnicero de Mondragón” como autor del atentado a 29 años de reclusión mayor y a Juan José Iradi Lizarazu, como cómplice, a 19 años de prisión menor por haber facilitado la información necesaria para el asesinato de Ramiro Carasa.
Por la derogación de la doctrina Parot por parte del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, Zabarte Arreguí “el carnicero de Mondragón”, tras pasar 29 años y medio entre rejas, de una condena total de más de 620 años de cárcel por 17 asesinatos y una veintena de atentados terroristas, fue puesto en libertad en noviembre de 2013 abandonando la prisión de Jaén sin arrepentirse de su cruel y malvada carrera de asesinatos.
El doctor Ramiro Carasa Pérez había nacido en la localidad santanderina de Liendo. Tenía 38 años y estaba soltero pero con novia. Cursó sus estudios de Medicina en Madrid, donde estuvo ejerciendo basta 1975, como médico residente en La Paz y pasó a ser adjunto al término de los tres cursos correspondientes. Más tarde fue jefe clínico en la Residencia Primero de Octubre de la capital de España, durante cuatro años. En 1975 se trasladó a San Sebastián accediendo al puesto de jefe titular del Departamento de Traumatología: de la Residencia Nuestra Señora de Aránzazu.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.
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