30 DE NOVIEMBRE DE 1992. MADRID SUBTENIENTE MÚSICO JUBILADO DE LA GUARDIA CIVIL MIGUEL MIRANDA PUERTAS.
Subteniente retirado de la Guardia Civil Miguel Miranda Puertas.
A las dos y media de la tarde del 30 de noviembre de 1992 la banda terrorista ETA asesinaba en Madrid al subteniente músico jubilado de la Guardia Civil MIGUEL MIRANDA PUERTAS, haciendo explotar un coche-bomba.
Miguel Miranda iba acompañado del cabo Julián de la Calle Martín. Ambos volvían, vestidos de paisano, a sus respectivos domicilios para almorzar. La deflagración a distancia del coche-bomba mató en el acto a Miguel Miranda e hirió de gravedad al cabo Julián de la Calle, de 51 años. El cabo, natural de la localidad de El Barco de Ávila (Ávila), casado y con tres hijos, sufrió heridas graves en las piernas. Según el parte facilitado por el Hospital Gregorio Marañón su estado “muy grave", sufriendo traumatismo craneal, tronco-abdominal, en antebrazo y codo izquierdo, fractura abierta en tibias,heridas múltiples y pseudoamputación del pie izquierdo.
El coche bomba fue situado en un aparcamiento entre bloques de viviendas, a pocos metros del portal de su domicilio, en la calle Luis de Hoyos Sáinz, muy cerca del acceso de la estación de Metro De Pavones, en el barrio de Moratalaz en el que vivían miembros de la Benemérita y funcionarios del Ministerio de Interior.
Los etarras emplearon 30 kilogramos de explosivo junto a tornillos y tuercas utilizados como metralla, Para cuásar el mayor daño posible, orientaron hacia un lado el efecto destructivo colocando el explosivo en un lateral del automóvil, un Ford Fiesta robado hacía quince días en Madrid con matrícula falsa M-8382-IS, que correspondía en realidad a un Ford Orion.
El guardia civil Miguel Miranda murió en el acto, quedando su cuerpo completamente mutilado y con restos de su cadáver esparcidos por toda la zona, e incluso un pie salió proyectado hacia lo alto de una valla cercana, mientras que el tronco quedó al lado del coche. Uno de los hijos del subteniente fue quien reconoció los restos de su padre, La onda expansiva redujo el coche a chatarra, destrozó cuatro turismos aparcados al lado y dañó una veintena de vehículos, además de los cristales de casi todas las ventanas de los pisos orientadas hacia el lugar de la deflagración, algunas arrancadas de cuajo. Dos vecinas, Juana Galindo, de 73 años, y Azucena Calvet, de 18– resultaron también heridas, aunque de menor gravedad.
Al día siguiente del atentado, tuvo lugar el funeral por el alma del Subteniente Miranda. La misa de cuerpo presente, que comenzó a las 16.15 horas, fue oficiada por el párroco de la iglesia Nuestra Señora de la Asunción de Manzanares (Ciudad Real), Jesús Palop Marín, quien en la homilía tachó de “vil y absurdo” el atentado y pidió a Dios que perdonara a sus autores, «porque no saben lo que hacen». A la salida del féretro, se mezclaron los aplausos con los gritos de “Viva España” “Viva la Guardia Civil” “mueran los asesinos” “ETA y GRAPO al paredón” que profirieron los varios centenares de personas congregadas.
De igual modo, unos 2.000 vecinos del barrio de Moratalaz se concentraron en el lugar de la explosión del coche-bomba para expresar su solidaridad con las víctimas y manifestar su repulsa contra el terrorismo. Unas 25.000 personas participaron en las 128 concentraciones silenciosas convocadas por la Coordinadora Gesto por la Paz en protesta por el atentado.
La banda terrorista ETA reivindicó el asesinato de Miranda Puertas, en un comunicado enviado al diario proetarra “Egin” el 16 de diciembre.
Tras arduas investigaciones los cuerpos y fuerzas de seguridad señalaron a los miembros de ETA José Javier Arizcuren Ruiz, alias Kanturi, y María Soledad Iparaguirre, Guenechea alías Anboto, como autores del atentado que costó la vida a Miguel Miranda. Kantauri fue detenido el 9 de marzo de 1999 en París por la Policía francesa en colaboración con la Guardia Civil. La justicia francesa le condenaría a seis años de cárcel, extraditándole luego a España donde tiene causas pendientes, en 2001 y 2002, siendo el primero de los etarras en abrir el mecanismo de entrega temporal de delincuentes que Francia y España habían acordado en una cumbre celebrada en 2001.Por tal motivo ese período temporal fue condenado por la Audiencia Nacional a 72 años de prisión por tres condenas: por el intento de atentado contra el Rey Juan Carlos en 1995 a 13 años de cárcel, el asesinato del subcomisario de policía Pedro Ortiz de Urbina en 1984 a 37 años de reclusión y el intento de asesinato de un guardia civil en Álava en 1985 a 22 años.
En 2008 fue condenado de nuevo por la Audiencia Nacional a penas que sumaban 82 años de cárcel por su participación en un atentado con coche-bomba en Vitoria contra una patrulla policial el 6 de agosto de 1987, en el que resultaron muertos los Policías Nacionales Antonio Ligero Hec y Rafael Mucientes Sanz y herida una tercera persona.
Actualmente Kantauri se encuentra en una prisión de Vascongadas. En mayo de 2023 la justicia francesa autorizó a España a juzgar al etarra por su participación en el asesinato de Miguel Ángel Blanco. Por el asesinato del subteniente Miranda no ha sido juzgado.
Por su parte, María Soledad Iparraguirre Guenechea era en el momento de su detención en 2004 cerca de Pau (Francia) en 2004 junto a su compañero sentimental y cerebro de la banda, Mikel Antza. El 17 de diciembre de 2010, el Tribunal de lo Criminal de París, le condenó a 20 años de prisión, la misma pena que a Mikel Antza En septiembre de 2019 fue entregada a las autoridades españolas. En septiembre de 2021 fue condenada a 15 años de prisión por ordenar el asesinato del rey Juan Carlos I en la inauguración del Museo Guggenheim de Bilbao el 18 de octubre de 1997.
En octubre de 2022 fue condenada por la Audiencia Nacional a 425 años de cárcel por la colocación de coche bomba, en mayo de 1985, en las inmediaciones del estadio de Mendizorroza, en Vitoria, antes de que se disputara un partido de fútbol del Deportivo Alavés. La Policía Nacional lograría desactivar el artefacto antes de que explosionara, pero los magistrados concluyeron que Anboto incurrió en 20 delitos de asesinato en grado de tentativa, otro de tentativa de atentado contra agentes de la autoridad y un delito de estragos. En mayo de 2023 al igual que sucedió con Arizcuren Ruiz “Kantauri”, la justicia francesa autorizó a España a juzgar a la etarra Iparraguirre “Amboto” por su participación en el asesinato de Miguel Ángel Blanco. Cumple condena en la cárcel de Álava. Por el asesinato del subteniente Miranda no ha sido juzgada.
Miguel Miranda Puertas, de 64 años, era natural de Granada. Estaba casado con Natividad del Moral y tenía cuatro hijos. El subteniente músico se encontraba en la reserva activa desde diez años antes de ser asesinado.. En 2008 la Junta de Distrito de Moratalaz aprobó dar el nombre del subteniente asesinado a unos jardines próximos al lugar del atentado, en el que se plantó un olivo en su memoria. Al acto asistieron la viuda y uno de los hijos de Miguel, además del cabo herido en el mismo atentado, Julián de la Calle Martín.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se concedió al subteniente Miranda la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo. Además, en resolución fechada el 18 de marzo de 2005 (Real Decreto 308/2005), el Ministerio del Interior les concedía también el ascenso de empleo, con carácter honorífico y a título póstumo.
Comments