4 DE ABRIL DE 1990. PASAJES (GUIPÚZCOA) GUARDIA CIVIL BENJAMÍN QUINTANO CARRERO.
Guardia civil Benjamín Quintano Carrero.
Sobre las tres de la tarde del 4 de abril de 1990, un comando de la banda terrorista, Marxista y antiespañola ETA, asesinaba en la localidad guipuzcoana de Pasajes al guardia civil BENJAMÍN QUINTANO CARRERO, tras recibir cinco disparos en las inmediaciones de su domicilio. El atentado se produjo pasadas las tres de la tarde, cuando Benjamín Quintano tras finalizar su jornada de trabajo como cocinero en el cuartel de la Guardia Civil de Inchaurrondo regresaba a su domicilio en la calle de Escalantegui, de Pasajes Ancho, en las cercanías de San Sebastián. En el trayecto del garaje a su domicilio varios individuos que le esperaban le dispararon a corta distancia, con una pistola.
Al oír los disparos, un hijo de la víctima bajó desde el domicilio cercano y encontró a su padre, agonizante. El guardia, que vestía de paisano, quedó tendido en el suelo entre dos vehículos, con un disparo en la cabeza, a la altura del labio, y otros cuatro en el cuerpo que le alcanzaron brazo, una mano y el tronco, según informó en el lugar de los hechos el teniente coronel de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo. Benjamín Quintano no falleció hasta media hora después del atentado, hacia las 15.30 horas de la tarde, sin que los servicios asistenciales pudieran hacer algo por salvarle la vida.
En el lugar del atentado se encontraron ocho casquillos del calibre 9 milímetros «parabellum», del tipo FN y FF, munición utilizada habitualmente por ETA,
Benjamín Quintano, de 48 años de edad, estaba viudo desde hacía tres años era padre de cuatro hijos. Había nacido en la localidad zamorana de Torregamones y llevaba casi veinte años en Guipúzcoa en distintos destinos, los últimos en el servicio de vigilancia del puerto de Pasajes y en el cuartel de Inchaurrondo, en donde era cocinero. Benjamín Quintano proyectaba regresar a su localidad natal de Zamora en el plazo de un año.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió también la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo. Además, en resolución fechada el 18 de marzo de 2005 (Real Decreto 308/2005), el Ministerio del Interior le concedía también el ascenso de empleo, con carácter honorífico y a título póstumo.
A día de hoy su asesinato continúa impune.