4 DE AGOSTO DE 1985. ELGÓIBAR. GUIPÚZCOA. GUARDIA CIVIL EN SITUACIÓN DE RESERVA ACTIVA JOSÉ EXPÓSITO AFÁN.
Guardia Civil en la reserva activa José Expósito Afán.
A la una y veinte del mediodía del domingo 4 de agosto de 1985 la banda terrorista ETA asesinaba en la localidad guipuzcoana de Elgóibar al Guardia Civil en situación de reserva activa JOSÉ EXPÓSITO AFÁN.
En un momento en que José Expósito caminaba sólo y desarmado por la céntrica plaza de la Magdalena de Elgóibar, dispuesto a tomar un aperitivo, recibió un disparo en la nuca, al ser atacado por un individuo, que le provocaría la muerte instantánea. La plaza, en ese instante se encontraba desierta, por lo que no se pudo encontrar ningún testigo del atentado. Solamente unos clientes de un bar cercano al oír el disparo salieron a la calle y se encontraron el cuerpo de José Expósito tirado en la acera en mitad de un gran charco de sangre. Levantado el cadáver, que tuvo que esperar más de cuatro horas tirado en la calle cubierto con una manta a la llegada del juez de guardia, fue conducido por varios de sus compañeros a su domicilio, donde quedó instalada la capilla ardiente ante la presencia de un comandante y varios oficiales de la Guardia Civil y compañeros de la víctima. La Guardia civil encontraría un único casquillo de bala, del calibre 9 milímetros parabellum,
El funeral por su memoria se celebró al día siguiente, 5 de agosto, en la parroquia de San Bartolomé de Elgóibar que se abarrotó con la presencia de centenares de vecinos.
Al funeral de cuerpo presente, que se celebró a las siete de la tarde en la parroquia de San Bartolomé, de dicha localidad, no pudo asistir su viuda, que se encontraba muy afectada por la muerte de su marido, pero sí estuvieron presentes los cuatro hijos de José Expósito, que protagonizaron escenas de dolor.
Asistieron también el gobernador civil de Guipúzcoa, Julen Elgorriaga; Gobernador Militar de San Sebastián; presidente de las juntas generales, Xabier Aizarna; el alcalde de Elgóibar y mandos del Ejército, Policía Nacional y Guardia Civil.
Los restos mortales, cubiertos por la bandera Nacional sobre la que se había colocado un tricornio, fueron trasladados en un furgón fúnebre desde la capilla ardiente, desde el domicilio familiar, hasta la iglesia de San Bartolomé. Familiares y amigos del fallecido introdujeron a hombros el féretro, una vez retirada la enseña nacional, por orden del seráfico obispo Setien, que prohibía entrar en los templos de la diócesis, los ataúdes de los asesinados por los separatistas, marxistas y antiespañoles etarras, cubiertos con la bandera nacional. La iglesia se encontraba llena, y el féretro lo colocaron frente al altar con el tricornio encima.
El párroco de San Bartolomé concelebró el oficio religioso con otros dos sacerdotes y, en su homilía pidió que se intensificasen “los caminos de diálogo y respeto para acabar con hechos como éste”
Al final de la Misa y tras ser entonado el Himno de la Guardia Civil, tres secciones de la Policía Nacional y una compañía de la Guardia Civil le rindieron honores.
La Audiencia nacional condenaría como autores del asesinato de José Expósito a los etarras miembros del comando Vizcaya, Sebastián Echániz Alcorta, Enrique Letona Viteri y José Antonio Borde Gaztelumendi, a 28 años de reclusión mayor cada uno.
Enrique Letona Viteri, salió de prisión en 2003, acogiéndose a beneficios penitenciarios tras cumplir algo más de 15 años de cárcel.
En julio de 2020 Sebastián Echániz Alcorta abandonó la prisión de Asturias, pasando a la Sección Abierta de la prisión de San Sebastián.
En 2023 la fiscalía de la Audiencia Nacional dejó en suspenso el tercer grado penitenciario concedido por las autoridades del Gobierno vasco al etarra José Antonio Borde Gaztelumendi, alias Putxe,
José Expósito, era natural de la localidad cordobesa de Aguilar de la Frontera, tenía 62 años de edad, y estaba retirado de la guardia civil. Había estado destinado 36 años de servicio en el cuartel de Elgóibar, donde hacía labores de intervención de armas y documentos. Estaba casado y sus cuatro hijos, de entre 31 y 20 años de edad, habían nacido en Elgóibar. Era muy apreciado en la localidad por su afabilidad, agilidad y disponibilidad en renovar documentos nacionales de identidad, pasaportes o licencias de caza.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo. Además, en resolución fechada el 18 de marzo de 2005 (Real Decreto 308/2005), el Ministerio del Interior le concedía también el ascenso de empleo, con carácter honorífico y a título póstumo.
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