5 DE AGOSTO DE 1983. OYARZUN GUIPÚZCOA. POLICÍA MUNICIPAL MANUEL PERONIÉ DÍAZ.
Policía Municipal de San Sebastián Manuel Peronié Díaz.
El 5 de agosto de 1983, pasadas las 03.15 de la madrugada, ETA asesinaba en la localidad guipuzcoana de Oyarzun al policía municipal del Ayuntamiento de San Sebastián MANUEL PERONIÉ DÍAZ cuando regresaba a su casa junto a su amigo Víctor Zabala.
El atentado se produjo a escasos metros de la plaza de San Esteban de Oyarzun, donde se celebraba una verbena, pues localidad estaba en medio de sus fiestas patronales. Manuel Peronié de 26 años de edad y su amigo Víctor Zabala de 45, delegado de ventas de la empresa Rank-Xerox, que habían acudido a dichas fiestas, se disponían a subirse al vehículo del primero de ellos, cuando le salieron al paso tres terroristas, con pistola en mano, miembros del Comando Donosti de ETA que comunicaron al Policía Municipal y su amigo que iban a secuestrarlos, obligándoles a permanecer sentados en el bordillo de la calle donde tenían aparcado su vehículo, a la espera de que un cuarto terrorista trajese un vehículo que pretendían utilizar para llevárselos.
Manuel y Víctor preguntaron a los terroristas que motivos tenían para secuestrarlos, obligados de malas formas a permanecer en silencio. Pero Manuel y Víctor se rebelaron y en el momento en que llega el vehículo donde iban ser introducidos, dieron un empujón a uno de su captores y salieron corriendo pidiendo auxilio a gritos.
Al ver que huían uno de los terroristas abrió fuego contra ellos, alcanzando a Maule Peronie en la espalda y en la ingle, falleciendo en el acto, mientras Víctor Zabala, que resultaría también herido, pudo huir carretera abajo en dirección a Renteria, zafándose de la persecución de otro de los etarras que le disparó varias veces, logrando la ayuda de un conductor que lo recogió y lo trasladó a un puesto de la Cruz Roja. A consecuencia de los numerosos disparos efectuados por los terroristas resultaron heridas otras tres personas.
En su huida el comando etarra, tuvo un accidente y se precipitaron con su vehículo, un "Seat 124" blanco, matrícula SS-1185-J, por un terraplén. A pesar de ello los asesinos pudieron huir del lugar de los hechos. En el interior del turismo siniestrado, fuerzas de la Guardia Civil hallaron una metralleta con dos cargadores y una pistola «Browing» 9 mm parabellum.
Al día siguiente con motivo de los funerales por el alma de Manuel Peronié un millar de personas se manifestaron en San Sebastián, de forma silenciosa, en protesta por su asesinato y en contra de la violencia terrorista de ETA. La manifestación tuvo lugar al término del funeral por su alma. Los manifestantes recorrieron sin proferir grito alguno las principales calles de la capital guipuzcoana.
La marcha la abría una dotación motorizada de la Policía Municipal, y en ella iban el alcalde de San Sebastián, y miembro del PNV, Ramón Labayen, y concejales de este partido, del PSOE, AP y EE. Seguía después la Policía Municipal, así como varios centenares de personas. Al pasar frente al domicilio de Manuel Peronie, situado en la calle Iparraguirre, los manifestantes se detuvieron durante un minuto para, posteriormente, seguir la marcha hasta la Inspección de la Policía Municipal, donde el público prorrumpió en fuertes aplausos hacia los componentes de la Guardia Municipal.
Jesús María Zabarte Arregui y Juan José Iradi Lizarazu fueron condenados, cada uno, a una pena de 29 años de reclusión mayor, y a otra pena de 15 años de reclusión menor por el asesinato frustrado de Víctor.
Zabarte Arregui “el carnicero de Mondragón” autor de veinte atentados que ocasionaron la muerte a diecisiete personas y condenado a 615 años de cárcel y que nunca se ha arrepentido de cruel carrera, diciendo incluso que él no “mataba, ejecutaba” abandonó la cárcel de Jaén en noviembre de 2013 como consecuencia de la ampliación de la sentencia del Tribunal de derdhos humanos de Estrasburgo liquidando la denominada «doctrina Parot» y tras haber pasdo tan solo veintinueve años en la cárcel.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió a Manuel Peronié la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.
5 DE AGOSTO DE 1986. MADRID. ATENTADO PLAZA DE LA REPÚBLICA DOMINICANA. GUARDIA CIVIL JUAN IGNACIO CALVO GUERRERO.
Guardia Civil Juan Ignacio Calvo Guerrero.
En la madrugada del 5 de agosto de 1986 fallecía en el Hospital de La Paz el Guardia Civil JUAN IGNACIO CALVO GUERRERO, que resultó gravemente herido en el atentado masacre que la banda terrorista y asesina ETA perpetró el 14 de julio en la plaza de la República Dominicana de Madrid. De esta forma se convirtió en la décimo segunda víctima mortal del atentado, todos ellos j guardias civiles. Juan Ignacio se encontraba desde el día del atentado en la UVI de La Paz. A pesar de los esfuerzos médicos, no pudo superar las gravísimas heridas sufridas.
Juan Ignacio Calvo Guerrero, de 25 años, era natural de la Pola de Gordón (León). Estaba casado y tenía un hijo de corta edad. El agente había estado destinado en Mieres (Asturias) y había llegado a Madrid pocas semanas antes del atentado.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo. Además, en resolución fechada el 18 de marzo de 2005 (Real Decreto 308/2005), el Ministerio del Interior le concedía también el ascenso de empleo, con carácter honorífico y a título póstumo.
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