HOY 7 DE NOVIEMBRE:

7 DE NOVIEMBRE DE 1991. ERANDIO (VIZCAYA). FABIO MORENO ASLA.

Fabio Moreno Asla.

En la tarde del 7 de noviembre de 1991, el niño de 3 años FABIO MORENO ASLA era asesinado en Erandio (Vizcaya) al hacer explosión una bomba en el coche de su padre, un guardia civil que, al igual que el hermano gemelo del pequeño, sufrió heridas leves. El niño viajaba en el interior del vehículo, un «Peugeot», en compañía de su padre, Antonio Moreno Chica, de 32 años, y de su hermano gemelo, Alexander, cuando estalló un artefacto compuesto por dos kilos de explosivo que pudo estar colocado bajo el asiento del copiloto. Moreno Chico y su otro hijo sufrieron importantes heridas y fueron trasladados al servicio de traumatología del Hospital de Cruces (Baracaldo), donde, después de recibir asistencia de primera intención, fueron dados de alta.

La explosión se registró alrededor de las 5 de la tarde, cuando el turismo circulaba por la calle José Luis Goyoaga, hacia el barrio de Tartanga, en el que tenían su domicilio, procedente del municipio cercano de Guecho, donde los niños recibían clases de natación. Fabio murió en el acto, con la cabeza destrozada y un brazo prácticamente desgajado del cuerpo. La deflagración desplazó el coche unos 15 metros y originó un incendio que fue sofocado por un trabajador de un taller cercano, valiéndose de un extintor.

El Guardia Civil, Antonio Moreno, salió del turismo por su propio pie, ensangrentado a la altura de sus extremidades inferiores, mientras que una mujer que pasaba por la zona sacó del automóvil al pequeño Alexander. La primera reacción de Antonio Moreno fue abrazarse al cadáver de su hijo que acababan de sacar de la chatarra del vehículo, Antonio Moreno Chica repetía: "Ya me lo han matado esos hijos de puta".

El cadáver de Fabio Moreno quedó entre los restos del vehículo. Le faltaba un pie y tenía la cara desfigurada. En espera del juez, el cuerpo del pequeño fue colocado en la calzada, cubierto por una sábana.

La bomba había sido colocada, unos días antes, en el interior del vehículo, debajo del asiento del copiloto. La cerradura de la puerta de la derecha aparecía forzada, aunque Antonio no lo advirtió.

El artefacto estaba compuesto por dos kilos de un explosivo y fue accionado mediante el sistema del péndulo, cuando el turismo hizo alguna maniobra brusca.

Los funerales por Fabio Moreno se celebraron en la parroquia de San Agustín de Erandio, El ministro del interior, José Luis Corcuera acompañó en los oficios fúnebres a los padres y al hermano mayor de Fabio.

Al acto religioso también acudieron, entre otros, el consejero de Interior del Gobierno Vasco, Juan María Atutxa; el director general de la Guardia Civil, Luis Roldán; el delegado del Gobierno en el País Vasco, José Antonio Aguiriano, y los gobernadores civiles de las tres provincias vascas, así como diversas autoridades militares y políticas del País Vasco. Los restos mortales del pequeño Fabio fueron enterrados en el cementerio vizcaíno de Derio.

El presidente del Gobierno, Felipe González, envió a través de los medios de comunicación un durísimo alegato de repulsa moral por el asesinato del pequeño Fabio: "Me produce una profunda repulsión moral, que a veces me coloca en una situación muy próxima a la pérdida de control. Por eso trato de no perder el control de la lucha contra esos asesinos de niños. Acontecimientos como este refuerzan nuestra voluntad de acabar con ellos"

En 1995 la Audiencia Nacional condenó a un total de 85 años de prisión al etarra Javier Martínez Izaguirre, al probar que “Martínez Izaguirre vigilaba, mientras que Iglesias Chouzas, alias Gadafi, tras forzar la puerta delantera derecha del vehículo del Guardia Civil Antonio Moreno, colocando el artefacto explosivo bajo el asiento del copiloto”.

En marzo del año 2000 Juan Carlos Iglesias Chouzas ·Gadafi” era detenido por la policía francesa en Bayona, tras 15 años en busca y captura y actividad criminal. En 2003 Juan Carlos Iglesias Chouzas, alias Gadafi, era condenado por la Audiencia Nacional a un total de 82 años por este atentado. Sin embargo fue absuelta de su participación en el asesinato de Fabio la etarra Rosa María Arana Chacartegi, pese a que el Ministerio Fiscal había solicitado las mismas penas que para Gadafi por los mismos delitos.

Rosa Arana había sido detenida el 6 de febrero de 2001 en Guernica (Vizcaya) Llevaba encima una nota que decía: "Yo había estado con ellos controlando cuando abrieron la puerta y colocaron la bomba en el coche del padre de Fabio".

A pesar de aquella nota inculpatoria, la Audiencia Nacional absolvió a Arana al no poder probar de manera absolutamente clara su participación en el atentado, aplicándole el principio in dubio pro reo.

Indignada por aquel juicio Arancha Asla, la madre de Fabio, manifestó que ella los condenaría a todos "a muerte, que no es ni más ni menos lo que ellos hicieron a mi hijo, matarle. Ojo por ojo y diente por diente (...) Yo no puedo olvidar lo que ellos le han hecho a mi hijo y a mi familia, y tampoco puedo perdonarles.”

Javier Martínez Izaguirre, que llevaba 29 años en prisión por 13 asesinatos, abandonó en noviembre de 2013 el Centro Penitenciario de Jaén, una vez que la Sección Segunda de la Audiencia Nacional acordó su liberación tras la derogación de la conocida como doctrina Parot por parte del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH)

Iglesias Chouzas se encuentra cumpliendo condena en una prisión de Vascongadas, por asesinatos, atentados, estragos, terrorismo, depósito de armas y explosivos, detención ilegal y robo con violencia, que llegará a sus tres cuartas partes en febrero de 2031.

Fabio Moreno Asla, de 2 años, había nacido en Bilbao. Su madre, Arancha Asla, y toda su familia materna, era vasca. Su padre, Antonio Moreno Chico, de 32 años, natural de Granada, estaba destinado en el servicio de intervención de armas del cuartel de La Salve (Bilbao), desde el 25 de julio de 1979. Su trabajo consistía en la tramitación de permisos de armas y caza. El abuelo paterno del niño también había sido guardia civil y había estado destinado en Vizcaya. El matrimonio era muy conocido en Erandio, donde los padres de Arancha habían sido propietarios durante años un bar. Además de los gemelos Fabio y Alexander Antonio y Arancha tenían otro hijo, Marco, de 10 años cuando asesinaron a su hermano. Antonio Moreno tuvo que abandonar la Guardia Civil debido a las secuelas que le quedaron de aquel monstruoso crimen.

De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se concedió a Fabio Moreno la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.