8 DE ABRIL DE 1976. ELGÓIBAR (GUIPÚZCOA) ÁNGEL BERAZADI URBE.
Ángel Berazadi Urbe,
A la 1:45 de la madrugada del 8 de abril de 1976, ÁNGEL BERAZADI URBE, director-gerente de la empresa Sigma, secuestrado por la organización terrorista ETA, el día 18 del pasado mes de marzo, aparecía muerto con un tiro en la cabeza, en una cuneta de la carretera de Elgóibar a Azcoitia, en el Alto de Alcorta.
El cadáver fue descubierto por una pareja de novios que pasó a aquella hora por la carretera y vio un bulto en la cuneta. Al acercarse y comprobar que se trataba de un bulto humano, avisó inmediatamente a los guardias municipales de Elgóibar, quienes informaron a la Guardia Civil, la cual se personó en el lugar donde estaba el cadáver. El cuerpo de Ángel Berazadi fue encontrado situado boca arriba. Tenía colocadas sobre sus ojos unas gafas de soldador, tapados los cristales con cinta aislante de color negro, para impedir la visibilidad, y sujetas a la cabeza por un bramante. Los laterales, de rejilla metálica, estaban también tapados con esparadrapo de color blanco. Era el tipo de gafas que utilizaba la organización terrorista y separatista ETA. para trasladar a sus secuestrados. En las muñecas presentaba señales de haber estado atado o esposado,
Examinado el cuerpo, se pudo comprobar que tenía un tiro en la cabeza, muy cerca del oído, con entrada por la nuca y salida por la frente, apreciándose que había sido disparado a bocajarro.
El cadáver se encontraba sobre un charco de sangre, y en el momento de ser hallado estaba todavía caliente, lo que hizo suponer a los investigadores de que Berazadi fue asesinado en el mismo lugar donde apareció, pues en el lugar fueron encontrados varios casquillos de balas.
El señor Berazadi había sido secuestrado a las seis de la tarde del día 19 del mes de marzo, por dos individuos armados con pistolas que obligaron al conductor de un Seat 127, matrícula SS-8598-B, a entregarles dicho vehículo y acompañarles hasta las inmediaciones de Elgóibar, donde le indicaron que se apease. A las siete menos cuarto de la tarde, cuando el director de la factoría Sigma, Ángel Berazadi, abandonaba su trabajo, fue secuestrado por los pistoleros.
Las sospechas del secuestro comenzaron al retrasarse la llegada del señor Berazadi a su domicilio, en el donostiarra barrio de Inchaurrondo. Sus familiares recorrieron en automóvil el trayecto entre San Sebastián y Elgóibar varias veces, hasta que decidieron dar parte de la desaparición a la Policía.
De madrugada, en el restaurante Restop, próximo a San Sebastián, fue encontrado el automóvil del señor Berazadi y junto a éste el «Seat 127» robado por los dos terroristas. A las cinco de la madrugada del día 20, María del Carmen Estarta, esposa del señor Berazadi, presentó la correspondiente denuncia en la Comisaría de Policía de San Sebastián sobre la desaparición de su esposo.
Al principio la familia, del señor Berazadi no tuvo comunicación alguna sobre el paradero del mismo ni sobre las condiciones económicas de sus secuestradores.
El sábado día 27 se conocieron las condiciones de ETA para el rescate de Ángel Berazadi. El pago de 200 millones de pesetas, que deberían ser entregados antes del 5 de abril. La familia no lograría reunir el dinero y la banda ordenó a un comando, del que formaban parte, según se conoció posteriormente, Francisco Múgica Garmendia, alias Pakito; Eugenio Etxebeste, "Antxon", y Miguel Ángel Apalategui, "Apala, que ejecutasen" a Ángel.
A los pocos días del asesinato de Ángel Berazadi, el ministerio de la Gobernación, cuyo titular era Manuel Fraga, publicó la siguiente nota:
"Como resultado de exhaustivas gestiones llevadas a cabo por fuerzas de la Guardia Civil, del Cuerpo General de Policía y de la Policía Armada, 87 personas, pertenecientes a la organización terrorista ETA y responsables de delitos de diversa tipificación y gravedad, han sido detenidas en el curso de los últimos días y puestas a disposición de las autoridades judiciales.
El desarrollo de los hechos es el siguiente: A los tres días del asesinato de don Ángel Berazadi Urbe, por un comando de la organización terrorista ETA-V Asamblea que lo tenía secuestrado desde el 18 del pasado mes de marzo, los funcionarios del Cuerpo General de Policía, en colaboración estrecha con la Policía Armada, han conseguido la detención de tres miembros del comando que realizó el hecho. Permanece huido un cuarto miembro. Los detenidos son : José Agustín Echaga Aguirre, José Ignacio Egaña Aristi y José María Aldalur Arocena.
Se descubrió un piso franco en Larrabasterra (Vizcaya), en el que se encontraron dos metralletas marca "Stem" y cinco pistolas del calibre 9 "Parabellum", gran cantidad de munición, unas gafas de soldador como las que llevaba el fallecido señor Berazadi y el documento nacional de identidad del propietario del vehículo "127", que fue sustraído en Elgóibar para la preparación del secuestro del señor Berazadi. En el coche en el que viajaban estaba el casquillo de la bala con la que habían asesinado a Berazadi.
Los detenidos se han confesado autores del secuestro y muerte del señor Berazadi, así como del secuestro del señor Arrasate.
Han sido descubiertos la cueva próxima a la localidad de Iciar, donde el señor Arrásate pasó los primeros quince días de su cautiverio, y un caserío, en el que había un compartimiento secreto donde mantuvieron oculto al señor Berazadi.
Los detenidos confesaron que las órdenes para el secuestro fueron dadas por un miembro de la organización ETA residente en Francia llamado Miguel Ángel Apalategui Ayerbe (a) "Apala", que fue igualmente el que dio la orden para el asesinato del señor Berazadi”.
A los tres etarras asesinos, les alcanzaría la lamentable amnistía que otorgo el gobierno de la UCD, presidido por Adolfo Suárez, en 1977, saliendo en libertad. Lo mismo les sucedió a los asesinos del almirante Luis Carrero Blanco y a otros etarras, que se volvieron a unir a la banda para seguir asesinando.
Ángel Berazadi Urbe tenía 58 años. Había nacido en Zaráuz en el seno de una familia modesta. Treinta años antes de su secuestro y asesinato entró a trabajar en la empresa Estarta y Escenarro S.A, que fabricaba las conocidas máquinas de coser SIGMA y de la que llegaría a ser su director. Estaba casado con la hija del fundador, Carmen Estarta, con la que tuvo cinco hijas y un hijo. La familia abandonaría Vascongadas después del asesinato.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se concedió a Ángel Berazadi Urbe, la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.