8 DE AGOSTO DE 2000. ZUMAYA (GUIPÚZCOA) JOSÉ MARÍA KORTA URANGA. PRESIDENTE DE LA PATRONAL GUIPUZCOANA (ADEGI)
José María Korta Uranga.
El martes 8 de agosto de 2000 la banda terrorista ETA asesinaba en la localidad guipuzcoana de Zumaya, mediante la explosión, efectuada a distancia, de un coche-bomba al presidente de la patronal guipuzcoana (ADEGUI) JOSÉ MARÍA KORTA URANGA.
El atentado se produjo a las 12.20 horas, cuando el empresario abandonaba el edificio de su fábrica y se dirigía a su vehículo, un Audi A6. Nada más abrir la puerta, hizo explosión un turismo aparcado en batería justo en la plaza contigua. Korta tenía la costumbre de estacionar su coche todos los días en el mismo lugar, justo enfrente de la entrada principal de la nave.
La violenta explosión empotró a José María Korta en su propio coche, que quedó convertido en un amasijo de hierros. Fueron cuatro o cinco trabajadores de su empresa los primeros que acudieron en su ayuda y lograron rescatarle, aún con vida. Entre todos, cogieron el cuerpo de José María Korta. Los efectivos médicos lograron mantenerle con vida todavía media hora más, pero certificaron la muerte del empresario a las 13 horas.
La explosión fue de enorme potencia. El coche bomba quedó partido en dos mitades, una de las cuales cayó hacia el río Urola. Además, la onda expansiva provocó algunos daños en la fachada de la factoría.
El vehículo utilizado en el atentado fue un Fiat Tipo matriculado en San Sebastián y robado el pasado jueves en la localidad guipuzcoana de Legazpi. Fue aparcado por los terroristas sobre las 11.30 horas, mientras José María Korta permanecía en el interior de su empresa.
El empresario, gravemente herido y en situación de parada cardiorrespiratoria, tendido en el suelo separado por la onda expansiva, a unos diez metros de su vehículo fue socorrido por trabajadores de Mecanizados Korta y de otra empresa del sector situada en el mismo polígono industrial. Javier Korta, hermano de José María, que también junto a otros tres hermanos trabajaba en la empresa, intento reanimar a la víctima, algo que resultaría inútil.
El cadáver de José María fue llevado al Instituto Anatómico Forense de Polloe. Tras practicarle la autopsia, fue trasladado al Ayuntamiento de Zumaya, donde quedó instalada la capilla ardiente. Allí le esperaron varias autoridades y algunos vecinos que prorrumpieron en aplausos al llegar el cadáver, mientras cinco amigos del fallecido introducían el féretro en el salón de sesiones del consistorio. Allí estaban también los hijos y los familiares más cercanos de Korta, quienes expresaron su deseo velar durante toda la no- che el cuerpo en la más estricta intimidad.
El funeral tuvo lugar al día siguiente en la parroquia San Pedro Apóstol, de Zumaya. Al mismo acudió el vicepresidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
En 2003 la Audiencia Nacional condenó a 25 años de prisión mayor a Ibon Echezarreta Echaniz, y a 27 años de prisión mayor a Pachi Javier Makazaga, por el asesinato de Korta Uranga.
En octubre de 2020 el ministro del Interior, el indigno e impresentable Fernando Grande-Marlasca, concedía el tercer grado penitenciario al etarra Ibon Echezarreta, que se negó en julio de ese año de 2020 a colaborar e identificar en el juicio contra la sanguinaria dirigente de ETA, Soledad Iparraguirre, alias ‘Anboto’, en la Audiencia Nacional. El terrorista que sumaba 106 años de cárcel por tres asesinatos además del de Korta, los de que fuera gobernador civil de Guipúzcoa y militante del PSOE, Juan María Jáuregui y el empresario Santiago Oleaga tan solo tendría que dormir en la cárcel.
En 2022 Francisco Javier Macazaga Azurmendi, abandonó el Centro Penitenciario de El Dueso en Santoña (Cantabria) siendo trasladado a la cárcel de San Sebastián donde se encuentra en estos momentos. Ingresó en prisión el 27 de agosto de 2001 y cumple una condena acumulada de 30 años por asesinatos, atentados y delitos de colaboración con banda armada, asociación ilícita, conspiración para el homicidio, enaltecimiento del terrorismo, estragos, falsificación, robo con violencia, detención ilegal, lesiones, daños, tenencia y depósito de armas. Cumplió las 3/4 partes de la condena en febrero de 2024.
José María Korta Uranga, había nacido en la localidad guipuzcoana de Cestona hacía 52 años, en el seno de una familia humilde originaria de Zumaia (Guipúzcoa). Estaba casado y era padre de tres hijos. José María Korta Uranga luchó desde sus primeros años para forjarse un futuro entre el esforzado empresariado vasco, poblado de pequeños empresarios. En 1971 entró a trabajar en la empresa familiar Korta S.A., dedicada a la fabricación de piezas mecánicas de alta precisión. En 1994 fue nombrado presidente de la Asociación de Empresarios de Guipúzcoa (Adegi), cargo que ocupó hasta su asesinato. Simpatizante del Partido Nacionalista Vasco, aunque no estaba afiliado a ningún partido político. Como presidente de la asociación de empresarios se había enfrentado a ETA y a su entorno con diferentes declaraciones en los medios de comunicación, donde mostró su rechazo al modo de actuación de la banda terrorista, sobre todo en relación a los ataques sufridos por los empresarios vascos. También se negaría a pagar el impuesto revolucionario, exigido por la banda, dejando esta declaración:” Nadie sensato puede admitir que la violencia y la extorsión sean una vía adecuada para incrementar inversiones, crear riqueza, alcanzar el pleno empleo o conseguir algo relevante”
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