8 DE ENERO DE 1992.BARCELONA. COMANDANTE DEL EJÉRCITO DEL AIRE ARTURO ANGUERA VALLÉS.
Comandante del Ejército del Aire Arturo Anguera Vallés.
El día 8 de enero de 1992, el comandante del Ejército del Aire ARTURO ANGUERA VALLÉS, jefe del destacamento militar del aeropuerto de El Prát de Barcelona , moría, poco antes de las tres de la tarde en la calle de Vilá y Vilá, en el barrio barcelonés del Pueblo Seco, como consecuencia de los impactos de bala que recibió en un atentado perpetrado contra su persona por la banda terrorista ETA, en el que resultaron heridos el teniente Luis Javier Bellota Aznar, alcanzado en las piernas por los proyectiles, y el soldado Jaime Amposta Masdeu, conductor del vehículo, herido de gravedad en el tórax y el abdomen, los cuales le acompañaban en el vehículo oficial que fue tiroteado por dos miembros de la banda marxista, asesina y antiespañola.
El comandante Arturo Anguera Valles recibió varios impactos de bala en el tórax, falleciendo en el acto. La Policía recogió 19 casquillos de bala en el lugar en el que se produjo la acción terrorista.
Al funeral por el comandante Arturo Anguera, que oficiaron diez sacerdotes en la capilla castrense del Parque de la Ciudadela, asistieron, además de la viuda, hijas y familiares del comandante asesinado, el ministro de Defensa, Julián García Vargas, el presidente de la Generalidad, Jordi Pujol; el alcalde de Barcelona, Pascual Maragall; y el jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire, teniente general Ramón Fernández Sequeiros, entre otras autoridades civiles y militares.
El arzobispo de Barcelona, Ricardo María Caries, dijo en la homilía, visiblemente emocionado, que los terroristas “me han matado a un amigo”, y lamentó de que “Barcelona, que con los Juegos pretende acoger a los hombres de todas las razas, sea atacada justamente por ese motivo”.
El féretro con el cadáver del comandante Anguera, envuelto en la bandera Nacional, que permaneció toda la noche anterior en la capilla ardiente instalada en la sede del sector aéreo de Barcelona, fue portado a hombros desde el exterior de la iglesia hasta el altar por compañeros del Ejército del Aire en presencia de su mujer y sus tres hijas.
Posteriormente se celebraría un funeral por su alma en la catedral de Tortosa, A su funeral en la catedral de Tortosa al que asistieron más de tres mil personas. Fue enterrado en su localidad natal, donde una calle lleva su nombre.
Por el asesinato del comandante Anguera, en 1995 fue juzgado y condenado por la Audiencia Nacional a 82 años de cárcel el etarra Fernando Díez Torres. Siete años después, por el mismo asesinato la Audiencia Nacional impondría la misma pena al José Luis Urrusolo Sistiaga “el hombre de las mil caras”, uno de los más sanguinarios asesinos del comando Madrid de ETA, detenido en Francia en 1997.
Fernando Díez Torres, condenado a penas que sumaban más de 300 años de cárcel por 6 asesinatos, era liberado de forma definitiva, en julio de 2012, tras cumplir 20 años de su condena.
A finales de febrero de 2016, Urrusolo Sistiaga quedaría en libertad definitiva, tras cumplir 19 años de los más de novecientos a los que fue condenado por diferentes asesinatos, entre ellos el del comandante Anguera.
Arturo Anguera Vallés tenía 50 años. Era natural de Tortosa (Tarragona). Estaba casado con Roser Blanch y tenía tres hijas de 20, 18 y 16 años.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo. Además, en resolución fechada el 18 de marzo de 2005 (Real Decreto 308/2005), el Ministerio del Interior les concedía también el ascenso de empleo, con carácter honorífico y a título póstumo.
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