8 DE FEBRERO DE 2003. ANDOÁIN (GUIPÚZCOA) SARGENTO DE LA POLICÍA MUNICIPAL JOSEBA PAGAZAURTUNDÚA RUIZ.
Sargento de la Policía Municipal de Andoáin Joseba Pagazaurtundúa Ruiz.
El 8 de febrero de 2003 era asesinado en Andoáin (Guipúzcoa) el sargento de la Policía Municipal de Andoain JOSEBA PAGAZAURTUNDÚA RUIZ.
Sobre las nueve y media de la mañana el sargento Pagazaurtundua entró en la cafetería Daytona a fin de desayunar. Se sentó en una mesa, pidió un café, cogió un periódico y comenzó a leerlo como hacia todos los días.
Su asesino ya estaba en el bar, tomando un café en la barra y esperando el momento propicio para cometer el crimen. Un poco antes de las 10, pagó su consumición y se dirigió hacia la mesa que ocupaba el sargento. Sin vacilar, de frente y a corta distancia, le descerrajó varios tiros. Uno de los disparos le alcanzó de lleno en la cabeza y otros dos en el cuerpo.
El terrorista que cometió el atentado huyó del bar a toda velocidad. En la calle le esperaba un coche con el motor encendido y al menos una persona en su interior, al volante. El vehículo, emprendió una rápida fuga en dirección a Pamplona,
El agente se desplomó sobre la mesa y su cabeza cayó sobre el periódico que estaba leyendo. Los primeros clientes del bar que se acercaron a él le dieron por muerto. Pero Pagazaurtundua recobró el pulso y llegó al Hospital Donostia, de San Sebastián adonde fue trasladado, con vida gracias a la respiración asistida. A la llegada al hospital los médicos tuvieron que practicar al sargento nuevas maniobras de reanimación ante una segunda crisis cardíaca. El parte médico informó de que el herido presentaba un “traumatismo craneoencefálico por arma de fuego con pronóstico muy grave”. Ese primer parte no precisaba otras heridas, pero compañeros del agente aseguraron que tenía al menos dos impactos más: un segundo tiro cerca del cuello y otro en el hombro izquierdo. Otro segundo parte certificó la existencia "una hemorragia subaracnoidea e intraventricular con importante edema cerebral, así como el estallido del globo ocular izquierdo con fractura de la órbita y de los huesos situados debajo”.
Tras casi nueve horas de lucha y al comprobar los médicos que Joseba Pagaza estaba clínicamente muerto y sólo agonizaba sostenido por la ventilación mecánica de sus pulmones, informaron a su mujer de que el fatal desenlace se acercaba, Estíbaliz Garmendia, autorizó la donación de los órganos de su marido. Tras tres encefalogramas certificaron la ausencia de actividad cerebral durante un lapso de al menos una hora, los facultativos certificaron su fallecimiento a las 19.30 horas de la tarde.
Los agentes de la Ertzaintza que registraron el local encontraron cuatro casquillos de bala 9 mm parabelllum.
Joseba, conocido por sus amigos como Pagaza, llevaba años amenazado, En 1995, tras ser detenido un cómplice chivato de ETA, con información detallada sobre los movimientos habituales de Joseba, este fue destinado en comisión de servicios a Laguardia, en La Rioja alavesa. En 1999, con el anuncio de la tregua de ETA, la consejería de interior del Gobierno vasco, decidió obligar a Joseba Pagaza, que en aquel instante se encontraba inscrito a la Ertzaina, a volver a Andoáin.
Era objetivo habitual de la ira del entorno etarra, por lo que había pedido la baja laboral. Aun así, realizaba su vida sin contar con escolta alguna. Su condición de guardia municipal le permitía llevar pistola, pero el día de su asesinato no pudo usarla.
Había sido miembro de joven brevemente de ETA político-militar y después del partido EIA, precedente de Euskadiko Ezkerra. Al unirse éste con el PSE, Joseba pasó a desempeñar un cometido importante en la agrupación socialista de Andoáin. En el momento de su asesinato estaba muy comprometido con la Iniciativa Ciudadana ¡Basta Ya!
Tras arduas investigaciones de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, estos lograron confirmar que la pistola usada en el asesinato de Pagaza, que había sido adquirida en el mercado negro por ETA durante la tregua de 1998, era la misma que se había empleado en mayo de 2001 para asesinar a Manuel Giménez Abad, presidente del Partido Popular de Aragón.
Los gabinetes de huellas lograron al fin encontrar una huella en una taza de café que el terrorista asesino de Pagazaurtundua había utilizado en el bar Daytona de Andoáin.
Aquella prueba dactilar coincidía con el ADN del terrorista etarra Gurutz Aguirresarobe Pagola, quien sería detenido en agosto de 2010. Tras su detención, y durante su comparecencia en la Audiencia Nacional ante el juez Fernando Grande-Marlaska, Agirresarobe pidió una botella de agua de la cual bebió. El análisis de ese recipiente concluyó que el ADN que dejó en él Agirresarobe coincidía con el que se encontró en la taza del bar de Andoian el día del asesinato de Joseba Pagaza.
En diciembre de 2011 los magistrados de la sección tercera de la Audiencia Nacional, Alfonso Guevara (presidente), Ángeles Barreiro y Clara Bayarri, a Aguirresarobe Pagola a 32 años de prisión por el asesinato de Pagazaurtundú, asegurando en su resolución de sentencia que la muestra de ADN de la taza era “suficiente aunque no ideal”, pero complementaban la prueba genética con otros hechos. Como que Agirresarobe trabajaba en aquellas fechas en Andoain –luego “conocía sobradamente los caminos de huida”-, vivía a solo 10 kilómetros de ese pueblo, en Hernani, o la documentación hallada en el registro de su domicilio tras su detención que, a juicio del tribunal, “concita la proximidad del acusado al movimiento separatista de la izquierda radicalizada”.
Varios miembros de la familia Pagazaurtundua se han convertido un unos luchadores contra la impunidad de ETA y en defensa de sus víctimas. Maite Pagazaurtundúa hermana de Joseba, Diputada por España al Parlamento Europeo ha sido presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo y posteriormente en el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE). Su madre Pilar Ruiz, que criticaría con enorme dureza la posición cambiante, traidora y cobarde del PSOE en lo referente a ETA con sus negociaciones con la banda y su posterior blanqueamiento, vaticinaría de forma acertadísima en 2005, hace casi veinte años, a través de una carta, cual iba a ser la indigna postura del actual portavoz del Gobierno del traidor y profanador Pedro Sánchez, Pachi López y donde le escribía , entre otros párrafos, lo siguiente: “La defensa de la vida y de la libertad y de la dignidad es más importante que el poder o que el interés del Partido Socialista”. “El que pacta con los traidores se convierte en un traidor”. “Hay muchos ciegos que serán leales a lo que hagáis, aunque nos traicionéis, porque sólo ven las siglas”. “Ya no me quedan dudas de que cerrarás más veces los ojos y dirás y harás muchas más cosas que me helarán la sangre, llamando a las cosas por los nombres que no son”. O su esposa Estibaliz Garmendia que ha sido muy contundentes en sus manifestaciones públicas y sus críticas a los políticos del Partido nacionalista Vasco por no hacer nada para evitar el asesinato de Joseba.
Joseba Pagazaurtundúa Ruiz tenía 45 años. Estaba casado con Estíbaliz Garmendia y tenía dos hijos, Alain y Ander, de 9 y 14 años.
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