8 DE MAYO DE 1980. PASAJES DE SAN JUAN (GUIPÚZCOA). JOSÉ MARÍA ESPINOSA VISCARRET, COMANDANTE DE ARTILLERÍA RETIRADO Y SECRETARIO DE LA DELEGACIÓN PROVINCIAL DE DEPORTES DE GUIPÚZCOA.
José María Espinosa Viscarret.
JOSÉ MARÍA ESPINOSA VISCARRET, comandante de Artillería jubilado, secretario de la Delegación Provincial de Deportes de Guipúzcoa y jefe de compras de Astilleros Lizurriaga», sitos en la localidad guipuzcoana de Pasajes de San Juan, era asesinado por miembros de la banda terrorista ETA, a primeras horas de la tarde del 8 de mayo de 1980, cuando abandonaba su puesto de trabajo y se dirigía a su domicilio. Espinosa iba con otro amigo, en el coche de este, un FORD FIESTA y regresaban a San Sebastián.
Apenas habían recorrido un centenar de metros desde los astilleros cuando unos jóvenes interceptaron el vehículo e indicaron que parara en el arcén. El amigo del comandante obedeció y fue en esos momentos cuando uno de los dos jóvenes, que habían descendido de un taxi, que llevaban el rostro descubierto y tras obligar al conductor amigo a que se apease, esgrimió una pistola y, a bocajarro, efectuó dos disparos contra la cabeza del señor Espinosa, quien resultó muerto en el acto.
En el lugar de los hechos la Guardia Civil recogió numerosos casquillos de bala, del calibre 9 milímetros parabellum, marcas FN y Geco. El cadáver del comandante retirado permaneció en el automóvil de su amigo, desangrado, hasta que el juez ordenó su levantamiento sobre las cuatro de la tarde.
Los miembros del comando se dieron a la fuga en el taxi en dirección a Rentería. El vehículo fue localizado por la Policía en la calle Izquieta de esta localidad guipuzcoana, dos horas después del atentado. El taxi había sido robado a su propietario a punta de pistola una hora antes, y el taxista fue abandonado, atado y amordazado, en el monte Jaizquibel.
La capilla ardiente del comandante Espinosa fue instalada en el Hospital Militar «General Mola», de San Sebastián. Fue enterrado a últimas horas de la mañana del día siguiente en el cementerio donostiarra de Poyoe. Previamente se celebró una misa en el Hospital Militar de San Sebastián, y posteriormente un funeral en la parroquia de San Ignacio del barrio donostiarra de Gros al que acudió una gran cantidad de amigos del comandante asesinado.
José Espinosa Viscarret tenía 59 años. Fue comandante de artillería hasta que, a finales de 1979, y coincidiendo con su ascenso, se jubiló. Aficionado al hockey, deporte que practicó durante muchos años, presidió la Federación Guipuzcoana durante casi quince años. En el momento de su asesinato, tres de sus hijos formaban parte de la plantilla del Atlético de San Sebastián, que militaba en la División de Honor. Era natural de Pamplona, estaba casado y tenía cinco hijos.
A día de hoy, el asesinato del comandante retirado Espinosa Viscarret, continúa impune.
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