HOY 9 DE JUNIO:ASESINADOS POR EL TERRORISMO MARXISTA. ¡ESPAÑOL RECUERDA Y NO OLVIDES!
- calinfernandezbara
- 8 jun 2024
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9 DE JUNIO DE 1976. BASAURI (VIZCAYA) LUIS CARLOS ALBO LLAMOSAS, ABOGADO Y JEFE LOCAL DEL MOVIMIENTO.

Luis Carlos Albo Llamosas, Jefe Local del Movimiento de Basauri.
A las cuatro de la tarde del 9 de junio de 1976, El jefe local del Movimiento de Basauri, LUIS CARLOS ALBO-LLAMOSAS, era asesinado por un comando de ETA, en la localidad vizcaína de Basauri.
El señor Albo Llamosas, se dirigía por la carretera de Basauri a Galdácano andando, hacia el Instituto de Basauri, donde era profesor de Formación Política, cuando en un puente fue tiroteado por uno de los tres individuos que viajaban en un coche, y que previamente se había bajado del mismo para dispararon con una pistola. Carlos Albo Llamosas, fue alcanzado en cabeza, cuello y vientre, heridas que le produjeron la muerte instantánea.
El vehículo donde viajaban los terroristas se dio a la fuga por la autopista Bilbao-Behovia, mientras que el señor Albo Llamosas fue atendido por unos policías municipales que viajaban en un «jeep». Fue trasladado al Hospital Civil de Bilbao, donde ingresó cadáver.
El vehículo utilizado por los etarras, un Renault-8 de color amarillo, seria encontrado, horas después del atentado, en la calle Ortiz de Zárate. El propietario del vehículo denunció el robo el mismo día del atentado.
La junta provincial de Vizcaya, promotora de Falange Española y de las JONS hizo pública una nota en la que repudiaba el asesinato de Luis Carlos Albo Llamosas, jefe local del Movimiento de Basauri. “Esté asesinato”-decía la nota- “ha sido «perpetrado por elementos que continuamente atentan contra la unidad de los hombres y las tierras de España”. «Lamentamos que en ésta época de libertades democráticas ocurran estos hechos y exigimos que en restablecimiento del orden público perturbado actúen las autoridades en consecuencia”.
La nota iba firmada por José Luis Rodríguez Berbería, presidente de la junta provincial promotora y de los “Círculos José Antonio” de Vizcaya. Luis Carlos Albo Llamosas había firmado el acta de constitución de la junta provincial promotora de Falange Española y de las JONS como partido político. Era también suscriptor de la revista Fuerza Nueva y amigo personal de Blas Piñar.
El 11 de junio, la banda terrorista reivindicaba el atentado en un comunicado hecho público en el sur de Francia, en el que señalaba que con anterioridad le habían amenazado por su colaboración con las Fuerzas del Orden.
Una sentida y emotiva manifestación de duelo constituyó, al día siguiente, la misa funeral de cuerpo presente celebrada esta tarde por el eterno descanso de Luis Carlos Albo Llamosas, -abogado y jefe local del Movimiento de Basauri.
El acto religioso tuvo lugar en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de las Nieves y San Fausto, del barrio basaurrita de Ariz. El templo y sus alrededores se encontraban abarrotados de público. Ofició la ceremonia religiosa Ángel Camino Lamela, Agustino, residente en Salamanca, sobrino del fallecido.
En lugares destacados, junto a la esposa, hijos y familiares del difunto, se hallaban el Vicesecretario general del Movimiento Ignacio García López, el director general de Enseñanza Media Manuel Arroyo Quiñones; las primeras autoridades provinciales y locales; representaciones de los tres Ejércitos, sobre todo compañeros del hijo mayor del abogado asesinado, que era sargento del I-M.E.C., y numerosos falangistas, muchos de ellos de Santander, provincia donde había nacido el señor Albo y su esposa.
El féretro fue introducido en el templo a hombros, cubierto con la Bandera Nacional y precedido por el estandarte de la Centuria Felipe Albo, hermano del asesinado, que había muerto de forma heroica en la guerra de liberación española (1936 -39). Junto a los restos mortales del señor Albo, y mientras un coro interpretaba varias composiciones religiosas, fueron depositadas un nutrido grupo de coronas.
Antes de iniciarse la misa funeral, el hijo mayor del finado, Luis Carlos, de 25 años, abogado y suboficial de milicias con destino en Burgos, pidió a los presentes, ante el micrófono, que guardasen el debido respeto. “No haya voces” —dijo— “ni de odio ni de rencor. Creo que así interpreto fielmente el pensamiento de mí padre”.
En la homilía, el cura párroco, José Rementería, leyó un breve texto redactado por sacerdotes de Basauri. Tras ello, pronunció una enérgica condena ·para el absurdo atentado que ha costado la vida al señor Albo·.” Todos podemos ser culpables de esta situación de injusticia, pero todos tenemos necesidad de aprender de esta mujer fuerte en la fe”, refiriéndose a la viuda de Luis Carlos.
Finalizada la ceremonia religiosa, hizo nuevamente uso de la palabra el hijo mayor del señor Albo, quien calificó a su padre muerto como “católico y español. Vasco por derecho de sangre, y, como vasco, universal”. Recordó que su padre había jurado con él fidelidad a la Bandera de España y dio las gracias a todos los presentes y al pueblo, agradeciendo también los numerosos testimonios de pésame recibidos, entre ellos el del ministro de la Gobernación, Manuel Fraga Iribarne. “Por España, Basauri y por Vizcaya murió mi padre”, concluyó visiblemente emocionado.
Terminado el acto religioso, un numeroso grupo de personas, en su mayor parte vestidas con camisas azules, rodearon el coche mortuorio al que acompañaron, entonando varias veces el «Cara al Sol», el «Yo tenía un camarada», y otras canciones patrióticas, mientras daban vivas a España, a Vizcaya y a la Falange y de repulsa contra el terrorismo, Posteriormente, un nutrido cortejo de vehículos marcharía hasta el panteón familiar del cementerio de Guriezó en Santander, donde los restos mortales del señor Albo Llamosas recibieron cristiana sepultura.
Luis Carlos Albo Llamosas tenía 56 años de edad. Era natural de la localidad santanderina de Arnuero, aunque residía en Basauri desde muy joven. Era hijo de Fausto Albo, militar que había sido alcalde de Basauri durante diecinueve años. Estaba casado con María Gloria Aguirre, con la que tenía seis hijos entre los 25 y los 11 años: Luis Carlos, Herminia, María Gloria, Felipe, María Teresa y María de las Nieves.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.
A fecha de hoy, el asesinato Luis Carlos Albo continua impune.





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