9 DE OCTUBRE DE 1982. IRÚN (GUIPÚZCOA) JOSÉ JIMÉNEZ MAYORAL, CAPITÁN RETIRADO DE LA GUARDIA CIVIL.
Capitán retirado de la Guardia Civil José Jiménez Mayoral.
Poco antes de las siete de la tarde del 9 de octubre de 1982, la banda terrorista ETA asesinaba en la localidad guipuzcoana de Irún al capitán retirado de la Guardia Civil JOSÉ JIMÉNEZ MAYORAL.
El capitán Jiménez Mayoral era el jefe de la oficina de expedición de la Carta Verde, un seguro internacional obligatorio para los vehículos que cruzaban la frontera, en el puesto de Behobia.
Esa tarde, al finalizar su trabajo, el capitán Jiménez se dirigió caminando desde el puesto fronterizo a la parada del autobús con intención de regresar a su domicilio en Irún. En ese instante, dos terroristas se acercaron a él y le dispararon a quemarropa de forma traicionera por la espalda., siendo alcanzado por dos disparos que le interesaron un ojo y la tráquea, falleciendo casi en el acto a pesar de todos los esfuerzos que por salvarle la vida realizaron los miembros de un equipo de la Cruz Roja, que se encontraban de servicio en un puesto cercano al lugar de los hechos.
Tras cometer el atentado los asesinos emprendieron la huida en un vehículo que había sido robado horas antes en San Sebastián a un taxista, y donde al volante del mismo les esperaba otro etarra. En la huida, los dos etarras encañonaron a dos personas con las que se cruzaron. El taxi robado con que cometieron el asesinado del capitán Jiménez Mayoral seria encontrado por fuerzas de la Policía Nacional abandonado a un kilómetro y medio del lugar del atentado, en el polígono Arbés de la misma ciudad. La Policía Nacional encontró dos casquillos del calibre 9 milímetros parabellum marca SN. Su esposa, Celia Bech, que trabajaba en la oficina de turismo de Behovia, acudió al lugar poco después del atentado, ignorando que su marido había sido asesinado. Tuvo una gran crisis nerviosa y fue trasladada al hospital de San Sebastián.
El funeral por José Jiménez Mayoral se celebró al día siguiente en San Sebastián, con asistencia del delegado del Gobierno en el País Vasco, Jaime Mayor Oreja; el general jefe de la V Zona de la Guardia Civil, Rodríguez Mendel, y los gobernadores civil y militar de la provincia, además de representantes del PNV, PSE-PSOE, UCD y AP, y mandos militares de los tres Ejércitos y cargos policiales. El féretro, envuelto en la Bandera Nacional, fue bajado a hombros de guardias civiles, mientras otros miembros del cuerpo le rendían honores en presencia de la viuda y de dos de sus hijos. Finalizado la Misa y tras ser entonado el himno de la Guardia Civil, el cuerpo fue introducido en un coche fúnebre que lo trasladó al aeropuerto de Fuenterrabía. El cadáver de José Jiménez Mayoral, que contaba 67 años de edad, sería enterrado en Selvilla, donde residía su hija mayor.
En 1985 la Audiencia Nacional condenó a Jesús María Zabarte Arregui, miembro del grupo Donosti de ETA, a la pena de 29 años de prisión mayor por el asesinato de José Jiménez Mayoral.
Debido a la derogación de la doctrina Parot por parte del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, Zabarte Arreguí “el carnicero de Mondragón”, tras pasar 29 años y medio entre rejas, de una condena total de más de 620 años de cárcel por 17 asesinatos y una veintena de atentados terroristas, fue puesto en libertad en noviembre de 2013 abandonando la prisión de Jaén, si arrepentirse de su cruel y malvada carrera de asesinatos.
José Jiménez Mayoral, tenía 67 años, y había nacido en la localidad tarraconense de de Montblanc. Estaba casado con Celia Bech y era padre de tres hijos. Había sido jefe de la Guardia Civil de Irún antes de pasar a la situación de reserva activa. Fue enterrado en Sevilla, donde residía su hija mayor. Rosa Jiménez.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo. Además, en resolución fechada el 18 de marzo de 2005 (Real Decreto 308/2005), el Ministerio del Interior le concedía también el ascenso de empleo, con carácter honorífico y a título póstumo.
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