27 DE JULIO DE 1979. BARCELONA. ANTOLÍN COLLADO LAPARRA, VIGILANTE JURADO.
Antolín
Un violento tiroteo se producía a primera hora de la mañana, del 27 de julio de 1979 en la sucursal del Banco Central sita en la calle Pedro IV, número 186, de Barcelona cuando tres individuos entraron en el banco en el momento en que dos vigilantes jurados de la compañía Esabe Express, Antolín Collado Laparra y José Rubio Marín dejaban en la entidad bancaria una saca que contenía 25 millones de pesetas.
Los asaltantes que resultarían ser miembros de la banda terrorista GRAPO, se dirigieron al vigilante que portaba la saca, ante ello, los dos vigilantes jurados desenfundaron sus pistolas haciendo fuego contra aquéllos.
Los asaltantes respondieron inmediatamente a sus disparos, alcanzado a los vigilantes que quedaron mal heridos en el suelo, emprendiendo de seguido la huida hacia la calle. Al oír los disparos y ver huir a tres individuos, el conductor del furgón blindado hizo uso d su arma y abrió fuego contra los tres asaltantes alcanzando a uno de ellos, que, ayudado por sus compañeros, pudo llegar hasta el coche que tenían ante la puerta, un “R-12” de color rojo, en el que pudieron huir sin poder perpetrar el atraco ante la valiente actitud de los agentes.
Los dos vigilantes jurados que resultaron heridos por los disparos de los terroristas fueron inmediatamente, trasladados por una ambulancia a un centro asistencial, donde se apreció que sufrían heridas de mucha consideración. Antolín Collado Marín presentaba dos heridas en el abdomen, falleciendo a las dos horas de ser intervenido quirúrgicamente.
El Vigilante Jurado, Antolín Collado Marín de 37 años de edad, estaba casado y era padre de niños de corta edad.
José Rubio fue alcanzado en ambas piernas, pero afortunadamente pudo salvar la vida.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, a Antolín Collado se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.
27 DE JULIO DE 1994. SAN SEBASTIÁN. JOSÉ MANUEL OLARTE URREIZTI.
José Manuel Olarte Urreizti.
En la madrugada del jueves 27 de julio de 1994 el etarra Valentín Lasarte Oliden, a cara descubierta y acompañado por una terrorista que le dio cobertura, asesinaba de un tiro en la nuca al empresario guipuzcoano JOSÉ MANUEL OLARTE URREIZTI mientras jugaba a las cartas con un grupo de amigos en la sociedad gastronómica La Unión Artesana, en la parte vieja de San Sebastián. Herido de muerte, José Manuel fallecía poco antes de las dos de la madrugada en el Hospital Nuestra Señora de Aránzazu.
El etarra Lasarte Oliden en su declaración en marzo de 1996, tras ser detenido, relató con todo tipo de detalles, que se encontró con Olarte de forma casual, cuando acudió a tomar café al establecimiento donde estaba el empresario con sus amigos. Al verle, inmediatamente a su domicilio, que se encontraba muy cerca de la sociedad gastronómica, donde cogió una pistola de tiro olímpico que había comprado en Hendaya (Francia) y regresó al local donde tirotearía por la espalda a José Manuel Olarte, disparándole en la nuca. Huyendo a toda prisa del lugar junto a la terrorista que le dio cobertura.
La sociedad gastronómica La Unión Artesana, donde cayó asesinado Olarte, se hallaba situada muy cerca de otro choco gastronómico el Gaztelupe, donde el 19 de enero del año anterior, 1993, había sido asesinado el que fuera jugador de la Real Sociedad y el Hércules de Alicante, y empresario José Antonio Santamaría Vaqueriza, en un atentado casi igual al que acabaría con la vida de Olarte, de un tiro en la nuca disparado por el mismo terrorista Valentín Lasarte, mientras Santamaría cenaba con sus amigos con motivo de la Tamborrada que daba inicio a las fiestas patronales de San Sebastián.
José Manuel Olarte y José Antonio Santamaría Vaqueriza, habían aparecido en un informe de la Fiscalía de la Audiencia Provincial de San Sebastián, conocido como 'Informe Navajas', elaborado por el fiscal Luis Navajas, en el que se les situaba como personas clave de supuestas redes de contrabando y narcotráfico de Guipúzcoa llevadas a cabo por empresarios guipuzcoanos y miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado señalando que Olarte “era el encargado de mantener contactos con los miembros corruptos de las fuerzas de seguridad, así como de cobrar todas las cantidades que iban destinadas a aquellos". Por su parte Santamaría era, según aquel informe que nunca sería probado, elaborado por el fiscal de forma temeraria, el jefe de Olarte. Nunca hubo cargo contra Olarte, puesto que las diligencias abiertas contra él en 1991, por el juzgado número 1 de San Sebastián, fueron archivadas.
Incluso Olarte ganaría una demanda contra el diario “El Independiente” por una artículo publicado en 1990, en el que se le acusaba de "confidente y narcotraficante" Parte del contenido de aquel informe fue publicado en 1989 en Diario 16 y, posteriormente, en el diario proetarra Egin, realizando un “señalamiento de victima” incalificable.
Una vez asesinados ambos empresarios, llegaría la lenta reparación de la justicia en este caso innecesaria. En abril de 1994, el juez Luis Blázquez de la Audiencia Provincial de San Sebastián sentenciaba "la escasa prueba acusatoria" aportada por el Ministerio Fiscal, impidiendo dar por válidas sus conclusiones y no condenando a Santamaría. Lo triste y trágico del asunto es que la sentencia se publicó un año y tres meses después del asesinato del que fuera bravo defensa central de la Real Sociedad y el Hércules de Alicante.
El asesino etarra Valentín Lasarte remataria su obra criminal asesinado también al abogado de ambos empresarios , Fernando Múgica Herzog, en febrero de 1996.
Herri Batasuna de forma cínica atribuyó el asesinato "a la espiral de violencia alimentada por el Estado español" y su portavoz Floren Aoiz afirmó: "Hay mucho narcotraficante en la calle protegido por el Gobierno".
En 1997 la Audiencia Nacional condenó a 29 años de reclusión mayor a Valentín Lasarte Oliden por el asesinato de Olarte Urreizti.
En 2015 tras 19 años de prisión Valentín Lasarte Oliden salía de la cárcel, a pesar de haber sido condenado a más de 370 años de prisión por siete asesinatos desde 1993. Fue detenido el 25 de marzo de 1996, tras asesinar a los empresarios José María Olarte y José Antonio Santamaría, al brigada del Ejército Mariano de Juan, al dirigente del PP Gregorio Ordóñez, al político socialista Fernando Múgica, al sargento de la Policía Municipal Alfonso Morcillo y al policía nacional Enrique Nieto.
José Manuel Olarte Urreizti tenía 42 años y estaba soltero. Fue aspirante a ertzaina, pero no llegó a superar las pruebas. Su funeral se celebró en la Iglesia de San Vicente, con la asistencia, entre otros, del entonces alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, varios concejales y representantes del Gobierno vasco. Tras el acto religioso, sus restos fueron inhumados en el cementerio de Polloe.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.
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