7 DE JULIO DE 1975. DEVA. GUIPÚZCOA. CARLOS ARGUIMBERRI ELORRIAGA, CONDUCTOR DE AUTOBÚS Y EXCONCEJAL DEL AYUNTAMIENTO DE ESA LOCALIDAD GUIPUZCOANA.
Carlos Arguimberri Elorriaga.
El 7 de julio de 1975 dos miembros de la banda terrorista ETA asesinaban en Deva a CARLOS ARGUIMBERRI ELORRIAGA, conductor de autobús y exconcejal del Ayuntamiento de esa localidad guipuzcoana.
El asesinato tuvo lugar al mediodía, en el kilómetro 40 de la carretera nacional Bilbao-San Sebastián, cuando Carlos llevaba a numerosos pasajeros de Deva a Icíar. Dos terroristas que iban dentro del autobús se acercaron al conductor y le obligaron a salirse de la carretera general. Tras gritarle "hi txakur bat haiz" ("eres un perro") le dispararon a bocajarro nueve tiros por la espalda.
Entre los veintidós pasajeros estaban un hermano y una hermana de Carlos, con los que regentaba un restaurante en Icíar, además de varias mujeres que salieron horrorizadas del autobús. Mientras el cuerpo de Carlos caía sobre el volante acribillado a balazos, el autobús, sin frenos, reculó hasta estrellarse contra un talud situado a la derecha de la calzada y casi se lleva por delante a una de las mujeres que se había caído al suelo al salir corriendo del mismo.
Seguidamente, los dos pistoleros salieron del autobús disparando algunos tiros intimidatorios con el fin de evitar cualquier posible persecución de los viajeros, casi todos ellos de la comarca, y se dieron a la fuga en un turismo blanco en el que les esperaban otros dos terroristas.
Con el asesinato de Carlos Arguimberri, la banda asesina ETA inició una campaña de atentados mortales contra personas a las que acusaba de ser confidentes policiales. La inmensa mayoría de las veces ese tipo de acusaciones y rumores eran falsos, y lo que hizo ETA fue utilizarlos como excusa para asesinar a aquellos vascos que no eran nacionalistas. Con el asesinato de Carlos se inició la siguiente fase de la limpieza ideológica que permitiría que, en un corto espacio de tiempo, el nacionalismo en general, y ETA en particular, se apoderara con total impunidad de las zonas rurales vascas ante la inacción de las autoridades españolas.
A partir de esa fecha ETA desplegará toda su violencia contra aquellos vascos que se sentían tan vascos como españoles. Al final del proceso, el miedo, consistente y mantenido, atenazó a una sociedad entera. Ese miedo les hizo abrazar, de forma mayoritaria, cualquiera de las variantes del nacionalismo como única forma de sobrevivir.
Carlos Arguimberri Elorriaga, de 43 años, estaba soltero. Era un hombre del pueblo, muy trabajador, siempre dispuesto a hacer favores, y muy apreciado por los vecinos, por lo que la noticia de su asesinato produjo una gran conmoción en la comarca. Pertenecía a una familia carlista del barrio de Icíar, en el municipio de Deva. Su padre fue sepulturero, carpintero y cartero, y Carlos había trabajado de zapatero y de conductor de autobús. Fue alcalde pedáneo y concejal del Ayuntamiento de Deva hasta 1974. En el momento de su asesinato Carlos Arguimberri era consejero local del Movimiento y se hallaba especialmente vinculado a la Hermandad de Labradores y Granjeros.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió a la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.
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