24 DE SEPTIEMBRE DE 2002 LEIZA. NAVARRA. CABO DE LA GUARDIA CIVIL JUAN CARLOS BEIRO MONTES.
Cabo de la Guardia Civil Juan Carlos Beiro Montes.
El 24 de septiembre de 2002 la banda terrorista ETA asesinaba en Leiza (Navarra) al cabo de la Guardia Civil JUAN CARLOS BEIRO MONTES y causaba heridas de diversa consideración a otros miembros de la Guardia Civil.
Juan Carlos Beiro Montes, cabo de la Guardia Civil fue alcanzado de lleno por una bomba que ETA había ocultado junto a una pancarta con amenazas ofensivas al instituto armado. Los terroristas hicieron estallar el artefacto con un mando a distancia cuando vieron que el Cabo Beiro y otros tres guardias se disponían a retirar el cartel, situado en la carretera que unía la localidad navarra de Leiza con el pueblo guipuzcoano de Berastegui.
La Guardia Civil del cuartel de Leiza, por medio de un Guardia Civil franco de servicio, había tenido conocimiento de la existencia, en esa carretera, de un cartel con el anagrama de la banda terrorista y la leyenda en euskera "Gora ETA. GC jota bertan hil" “Viva ETA. Aquí muere un guardia civil”. El escrito había sido colocado a unos 100 metros del límite de las provincias de Guipúzcoa y Navarra. Los agentes tenían órdenes de inspeccionar el lugar y retirarlo.
Cuando los guardias descendieron de sus coches para acercarse a la pancarta, el artefacto, compuesto por 15 kilos de explosivo, estalló.
La deflagración alcanzó de lleno al Cabo Juan Carlos Beiro y al sargento Martínez Morata, que eran los que más se habían aproximado a la trampa terrorista. La metralla destrozó al cabo Beiro, hiriendo al sargento Miguel de los Reyes Martínez Morata, de 35 años de edad , natural de Yeste (Albacete), comandante del puesto de la Guardia Civil de Leiza y miembro de la Unidad de Desactivación de Explosivos, que sufriría traumatismo craneoencefálico y múltiples lesiones por metralla en cara, tórax, abdomen y extremidades. El cabo Beiro fue trasladado de inmediato por una UVI móvil al hospital de San Sebastián donde ingresaría cadáver.
Al funeral, celebrado al día siguiente en la Iglesia de Santiago Apóstol, oficiado por el arzobispo de Pamplona, Fernando Sebastián, asistió el presidente del Gobierno, José María Aznar, junto a los ministros Ángel Acebes y Javier Arenas, que presidieron unos multitudinarios funerales que se convirtieron en un acto de homenaje a la Guardia Civil.
Tras el oficio religioso, el presidente del Gobierno impuso sobre el féretro del Cabo Juan Carlos Beiro, que iba cubierto con una Bandera Nacional y el Tricornio encima, la medalla de oro que el Gobierno de Navarra concedía a las víctimas del terrorismo. Posteriormente el ministro Acebes, le impondría la Gran Cruz al Mérito de la Guardia Civil con distintivo rojo. Tras entonarse el himno de la Guardia Civil, entre una cerrada ovación los restos de Juan Carlos Beiro salieron en dirección a Asturias.
Tras la Misa miles de personas se concentraron ante el ayuntamiento de Pamplona para pedir el fin de ETA y su terrorismo malvado y asesino.
Esos días había arreciado la ofensiva de la banda asesina, marxista y antiespañola contra la Guardia Civil, debido a la detención el día 16 de septiembre en Francia, de los importantes dirigentes Juan Antonio Olarra y Ainhoa Mujica. La dirección etarra ideo un plan simultáneo contra el Benemérito Instituto. Un comando que tenía previsto cruzar la frontera por Huesca y atentar de contra alguna patrulla de la Guardia Civil en Guipúzcoa, fue desarticulado por la Policía francesa el viernes 20 de septiembre. Llevaban en su poder una mochila con dinamita. Tres días después, dos miembros de otro comando, esta vez en Bilbao, Egoitz Gurruchaga Gogorza y Hodei Galarraga, morían en el barrio bilbaíno de Basurto, al explotarles la carga de dinamita que transportaban en un coche. Un tercer comando si tendría éxito el día 24 al asesinar al Cabo del Instituto Armado Juan Carlos Beiro. A día de hoy su asesinato sigue impune.
Juan Carlos Beiro Montes, había nacido en Cotorraso, en el municipio asturiano de Langreo. Tenía 32 años de edad, estaba casado y tenían dos hijos, un niño y una niña, mellizos de 6 años. Estaba domiciliado en el barrio de La Milagrosa de Pamplona. Beiro Montes llevaba tres meses destinado en Leiza. Antes de ingresar en la Guardia Civil había sido soldado profesional. Juan Carlos era un buen deportista especializado en atletismo. El Palacio de Deportes de Langreo, lleva, desde 2007, su nombre al igual que el circuito de carreras del paseo de los Llerones de Sama, donde Juan Carlos solía entrenar. Un memorial atlético, da lugar a una carrera popular anual.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo. Además, en resolución fechada el 18 de marzo de 2005 (Real Decreto 308/2005), el Ministerio del Interior le concedía también el ascenso de empleo, con carácter honorífico y a título póstumo.
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