6 DE MAYO DE 1975. GUERNICA (VIZCAYA). GUARDIA CIVIL ANDRÉS SEGOVIA PERALTA.
Guardia Civil Andrés Segovia Peralta.
Cerca de las diez y media de la noche del martes 6 de mayo de 1975, miembros de ETA ametrallaban en Guernica (Vizcaya) al Guardia Civil ANDRÉS SEGOVIA PERALTA cuando se dirigía al cuartel de la Guardia Civil de la localidad. Volvía de prestar servicio de vigilancia en la fábrica de armas Astra-Unceta.
Andrés regresaba a pie al acuartelamiento de Guernica por la vía férrea Bilbao-Bermeo que pasaba por la puerta de la citada fábrica. Varios etarras le esperaban dentro de un vehículo, marca «MG» de color rojo, que abrieron fuego, por la espalda, a su paso con una ráfaga de metralleta. Tras cometer el atentado huyeron en el mismo vehículo. Andrés Segovia quedó muy mal herido y fue auxiliado por el jefe de estación de Guernica al que reconocería y le diría sus últimas palabras: “"ya ves lo que me han hecho, me han matado, me han matado". Andrés Segovia fue trasladado al hospital civil de Bilbao, en un taxi, donde fallecería,
En el lugar del atentado, a unos 100 metros de la mencionada- factoría de armas, la Guardia Civil encontró entre 30 y 40 casquillos de balas.
En el cuartel de la Salve, sede de la 451 Comandancia de la Guardia Civil, quedó instalada la capilla ardiente de Andrés Segovia Peralta,
A las nueve horas de la mañana del 8 de mayo, se celebraba en el cuartel de la Guardia Civil de la Salve, en Bilbao, la misa de «corpore insepulto» por el alma del guardia civil don Andrés Segovia Peralta. En la ceremonia religiosa, además de numerosos compañeros de la Guardia Civil y Policía que llenaban las distintas dependencias del cuartel, estuvieron presentes la viuda, hijos y familiares de Guardia civil asesinado; el director general de la Guardia Civil, teniente general José Vega Rodríguez; subdirector general, general Salvador Bujanda; general jefe de la V Zona de la Guardia Civil, Juan Atares Peña, y autoridades provinciales y locales, tanto civiles como militares.
Ofició la misa el capellán castrense de la Policía Armada y Guardia Civil de Bilbao, don Jesús Araguas quien al iniciar la celebración dijo; “Ofrecemos la misa por el al ma del guardia civil vil y cobardemente asesinado en Guernica”.
Una vez terminada la ceremonia religiosa, el ataúd envuelto en la Bandera Nacional, fue sacado a hombros de guardias civiles y policías armados hasta una plazoleta sita junto al edificio. Junto al féretro fueron depositadas doce coronas de flores de los familiares de Andrés y de distintas entidades oficiales.
El presidente de la Diputación de Vizcaya impuso sobre la bandera que lo cubría la medalla de oro de la provincia, concedida al benemérito instituto de la Guardia Civil. A continuación, él gobernador civil impuso la medalla de oro al mérito Policial con distintivo rojo. Finalmente, el director general de la Guardia Ovil impuso la cruz al Mérito Militar, con distintivo blanco.
En ese momento el director general pronunció las siguientes palabras: "Homenaje al guardia Andrés Segovia Peralta que te rinden los compañeros y las autoridades, que reconocen el valor de tus oficios".
Momentos después, el cadáver fue colocado en el furgón funerario, que se dirigió es coltado por motoristas de la Guardia Civil hacia las afueras de Bilbao, para seguir viaje hasta Moral de Calatrava (Ciudad Real), lugar de nacimiento del guardia civil, donde sería enterrado.
Mientras era despedido el cadáver, los asistentes al acto cantaron el «Cara al Sol” y el himno de la Guardia Civil, profiriendo, tras ello, vítores a la Guardia Civil a España y pidiendo justicia. Antonio Feijo, delegado de “Fuerza Nueva” y miembro de la Guardia de Franco dijo en alta voz; “Camaradas: queremos un acto de afirmación patriótica en Vizcaya este mes, como hijo del cuerpo y en nombre de estos hijos”.
En la localidad manchega de Moral de Calatrava tuvo el funeral y el entierro del guardia civil Andrés Segovia Peralta.
A las once de la mañana del día 9, dieron comienzo los actos litúrgicos en la iglesia de San Andrés, bajo la presidencia del gobernador civil y jefe provincial del Movimiento, señor Villalobos Beltrán, que ejercía sus funciones en representación del Gobierno de la nación.
En la puerta y recinto del cementerio se encontraban más de tres mil personas, entre autoridades, compañeros del difunto, miembros de la Policía Armada, Guardia Civil y vecinos de la localidad manchega y de otro pueblo cercanos, que hicieron patente con su presencia y sus contantes gritos con ETA y el terrorismo, la condena del atentado.
Tras depositarse el féretro en la fosa por miembros de la Guardia Civil, las autoridades asistentes arrojaron las primeras paladas de tierra sobre el ataúd.
Finalmente se entonó el «Cara al Sol» y el gobernador civil y jefe provincial del Movimiento dio los gritos de ritual, y vivas al Ejército y a las Fuerzas de Orden Público, coreados por todos los asistentes.
En octubre de 1975 la Guardia Civil detuvo en Vizcaya a María Aránzazu Sagrado Aguirre, novia del terrorista huido Pedro Antonio Alonso Herrero, Las investigaciones del servicio de información del Benemérito cuerpo, llevaron a la conclusión de que María Aránzazu Sagrado había vigiado los movimientos del Guardia Civil Segovia Peralta y de otros compañeros que realizaban el servicio en la fábrica de armas Astra, información que pasaba a su novio Alonso Herrero y a otros dos etarras Jesús María Marquiegui Ayastui alias “Marqui” y José María Zapirain Maya, que según la Guardia Civil habían sido los supuestos asesinos de Andrés Segovia.
Marquiegui, fue abatido en Guernica por la Guardia Civil el 14 de mayo de 1975, nueve días después del asesinato de Andrés Segovia, tras un enfrentamiento armado en el que también murieron los cómplices de ETA Ignacio Garay Legarreta y Blanca Zaralegui Allende, y el teniente de la Guardia Civil Domingo Sánchez Muñoz.
José María Zapirain Maya, fue detenido en Francia en enero de 1979, pero no fue juzgado nunca en España. Desde Argelia fue deportado en 1989 a Venezuela donde continúa en la actualidad, amparado por el régimen de Nicolás Maduro.
Andrés Segovia Peralta, había nacido hacia 40 años en Moral de Calatrava (Ciudad Real). Estaba casado y tenía dos hijos. Desde junio de 1969 estaba destinado en Guernica.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo. Además, en resolución fechada el 18 de marzo de 2005 (Real Decreto 308/2005), el Ministerio del Interior le concedía también el ascenso de empleo, con carácter honorífico y a título póstumo.
El Ayuntamiento de Moral de Calatrava puso su nombre en una calle y le concedió, a título póstumo, la medalla de oro de la localidad.
A día de hoy, el asesinato de Andrés Segovia peralta continua impune
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